El UCAM Murcia dijo prácticamente adiós a sus opciones de jugar la Copa del Rey. Ganaron Valencia y Zaragoza y los de Ocampo no pudieron hacer los deberes. Cayeron tras una prórroga intensa frente a un Gran Canaria que no supo matar antes el partido y que dio demasiada vida a un UCAM lastrado por las faltas personales. La expulsión de Lima en el arranque del tercer cuarto (por entonces Antelo ya llevaba cuatro) fue decisiva. El brasileño vio técnica y, desquiciado, tuvo que ser sacado de la pista a empujones por sus compañeros.

Por entonces, el choque marchaba igualado. La primera mitad vino marcada por la superioridad visitante en el rebote, con Baez y Tavares como dominadores. El UCAM había dominado el primer cuarto pero un 0-8 en el segundo daba la vuelta a la situación. Tras el descanso llegó la jugada polémica y los de Aíto se marcharon por 39-48. Entonces apareció Rojas para, con su intensidad y la de Radovic, meter al UCAM de nuevo en el partido.

Durante el último cuarto llegó a contar incluso con ventaja el cuadro local pero una falta polémica que debía suponer la expulsión de Tavares acabó con Antelo eliminado. Hubo cruce de triples, faltas en ataque, y opciones para cerrar el partido. Pero llegó la prórroga y ahí la veteranía de Oliver resultó clave para dar la segunda victoria a domicilio al Gran Canaria. El conjunto murciano, que acabó con cuatro jugadores expulsados, ve como el sueño de la Copa se escapa.