No tener a LeBron James es grave. Pero el nivel defensivo actual de los Cleveland Cavaliers es mucho más preocupante que perder partidos en ausencia del jugador que ha marcado la NBA en los últimos años. La lesión de King James obliga a las otras dos espadas de Ohio, Kyrie Irving y Kevin Love, a dar un paso adelante. Y responsabiliza a David Blatt del equilibrio sin su estrella. Esta tarde, fracaso general.

Irving, tocado en la espalda, sólo estuvo 25 minutos en pista. Love, por su parte, aportó unos transparentes 30 puntos. Buenos para evitar un resultado escandaloso, pero insuficientes viendo el actual nivel defensivo del ex de los Timberwolves. Él y su compañero Tristan Thompson fueron un juguete en manos de Dirk Nowitzki y Tyson Chandler.

La mala defensa de Love es consecuencia no sólo de un defecto personal, sino del mal planteamiento de Blatt. Los Mavericks, el conjunto con mejor ratio ofensivo de la NBA, mostraron no sólo más actitud y esfuerzo que su rival, sino un gran sincronización táctica. Un equipo más hecho, al que estrellas como Chandler Parsons o Rajon Rondo se han adaptado con extrema facilidad. Una franquicia, ahora con Rondo, ya sí aspirante a grandes cotas previo peaje por los terroríficos Playoffs del Oeste.

Monta Ellis (qué nivel el suyo) volvió a ser el máximo anotador de los texanos, esta vez con 20 puntos, mientras que Barea aportó 14 desde el banco.