Real Madrid 93 - Galatasaray 78

El Madrid recupera su esencia y se divierte en el Palacio

Bien en defensa, bien en el rebote, veloz y solidario: el equipo blanco volvió a mostrar ante el Galatasaray las sensaciones del curso pasado. Reyes, sobresaliente.

Madrid
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No hay nada como el hogar. Que se lo digan al Madrid. Después de vivir dos semanas on the road, pasando las de Caín en Barcelona, Málaga, Belgrado y Andorra (dos derrotas y dos victorias en ese orden), la vuelta al Palacio tuvo un efecto balsámico para los blancos. Al calorcito de su cancha, destaparon el tarro de las esencias, el de sus mejores virtudes. Y así ofrecieron un espectáculo más que digno a su afición, como hace mucho que no conseguían, para ganar al inquietante e intenso Galatasaray.

El balón, con menos bote, volvió a circular a toda velocidad, al galope de Llull y Sergio Rodríguez. Apareció esa defensa de anticipación en el exterior e intimidación en la zona (muy bien Ayón) unida al dominio del rebote, los ingredientes de la receta que permite correr. Hubo un montón de tiros abiertos con pases extra, atrevimiento, fantasía... Y un nombre propio que sobresalió por encima de un notable colectivo: Felipe Reyes. Felizmente instalado en su rol de titular, tuvo tres momentos decisivos en el partido. Con ocho puntos en su inicio mantuvo vivo al Madrid (25-24 al final del primer cuarto) y con otros siete tras el descanso dio un golpe que sería definitivo (62-46, minuto 25). Para rematar se cobró un 2+1 que ya dejó sin respuesta al equipo turco, donde habían dado guerra Erceg, ese cuatro abierto tan incómodo, Arroyo, Arslan y Guler (86-71, minuto 37).

Eterno. Felipe acabó con un doble-doble de 22 tantos y 11 rebotes para 29 de valoración. Con 34 años sigue haciendo las cosas tan bien como cuando rondaba los 20. Se salta a la torera el scouting de los rivales, que no pueden pararle ni adivinar por dónde va a birlarles los rebotes por muchos vídeos que estudien. También se notó el talante de Slaughter, cuyas apariciones en la Euroligafue baja Maciulis—, con su defensa y sus añorados alley-oops, traen esa alegría que beneficia al Madrid. Al final lo dijo Rudy, otro de los destacados: “Nos hemos divertido”.