KNICKS 82 - HORNETS 110

Los peores Knicks de siempre mancillan el Madison

Los de Manhattan sufrieron un ridículo espantoso ante su afición. Los Hornets de Kemba Walker ganaban de 45 puntos al final del tercer cuarto. Calderón, como el resto, muy mal.

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Resulta difícil encontrar adjetivos para definir la derrota (82-110) que sufrieron los Knicks en el Madison a manos de unos Hornets que ya acarician los playoffs en el Este. Con la de esta tarde (mediodía en Manhattan) el equipo de la Gran Manzana acumula ya 15 partidos consecutivos sin conocer la victoria, alargando así la peor racha en la historia de una franquicia que lleva sin ganar desde hace un mes. Con Carmelo (podría regresar al equipo la semana próxima para jugar en Londres ante los Bucks) sentado detrás del banquillo (su cara y gestos resultaron descorazonadores), el mítico Madison Square Garden (uno de los santuarios del deporte mundial) presenció un nuevo bochorno. Será difícil olvidar semejante ridículo.

Y es que los de Derek Fisher llevan sin ganar en su casa desde hace siete semanas. No es de extrañar que sean los peores Knicks de todos los tiempos y el peor equipo de la NBA en la actualidad. En los minutos antes del estrepitoso descalabro ante Charlotte, Phil Jackson asumió el mea culpa y tomó "toda la responsabilidad" por la mala imagen de los neoyorquinos esta campaña. En su primer año completo como presidente al frente del equipo en el que ganó como jugador los dos primeros de sus 11 anillos, el Zen Master está viviendo un auténtico calvario. Está claro que revisando la clasificación (últimos con 5 triunfos y 35 derrotas) y tras el último movimiento efectuado por la organización (JR Smith e Iman Shumpert recalaron en Cleveland a cambio de nada), ya sólo se piensa en el próximo curso. Pero mientras tanto, habría que intentar no seguir manchando el nombre de la franquicia. El maquillaje de los locales al marcador en el último cuarto (se impusieron 38-21 a los suplentes de la franquicia de Michael Jordan) no debe esconder las vergüenzas vividas a lo largo de los tres primeros cuartos.

Los Knicks sólo aguantaron con vida durante el primer cuarto (18-21). En cuanto los de Steve Clifford comenzaron a calentar la muñeca, nadie en los locales fue capaz de soportar el ritmo de un Kemba Walker prodigioso. El base acabó con 28 puntos y siete rebotes, sumando así su quinto encuentro consecutivo superando (y con holgura) la veintena. Con él dirigiendo y con el ex del Fuenlabrada Biyombo dominando en la pintura (14-12 en 21 minutos de juego) al descanso se llegó con un sonrojante 31-62. Las avispas, camino de su quinta victoria seguida, doblaban en el marcador a un rival patético, al que superaron bajo los aros con creces (51 por 29 rebotes de los de NY). Pero todo hay que decirlo, los jugadores no son ni los principales ni los únicos culpables.

Pero lo peor estaba por llegar en un tercer cuarto en el que los Knicks acabaron con una deventaja de ¡45 puntos! El 44-89 hacía presagiar una de las derrotas más humillantes de todosm los tiempos en la Liga, pero entonces los locales despertaron con dos triples seguidos de Calderón (como el resto de su equipo estuvo desconocido: acabó con siete puntos) y un Cleanthony Early que eligió un mal día para estrenarse como titular. La afición del Madison demostró estar por encima de su equipo y comenzó a celebrar cada canasta como si de un gol se tratara y a corear cánticos de MVP para Quincy Acy. Así estan los Knicks en este momento. Y eso que la cosa pudo haber sido peor de no ser el balsámico último cuarto. Mucho peor.