Phil Jackson, presidente de operaciones de los Knicks, afirmó antes de la debacle de su equipo ante los Hornets que él es el responsable del "fracaso" deportivo del equipo neoyorquino esta temporada. "La culpa es mía y por lo tanto también toda la responsabilidad", declaró Jackson, que firmó un contrato con los Knicks por cinco temporadas y 60 millones de dólares.

"Honestamente, pensaba que el equipo que habíamos construido podía competir esta temporada para estar en la fase final, pero las cosas no se han dado de esa manera y de ahí que hemos comenzado a hacer cambios de cara al futuro", declaró Jackson.

"Está claro que hubo algunas cosas que no funcionaron como esperábamos para que pudiésemos conseguir la victoria o al menos tener la posibilidad de lograrla", valoró Jackson, que liberó de culpas al entrenador novato Derek Fisher. "No quiero que los aficionados metan a Fisher en este asunto porque ha hecho el mejor trabajo posible", apostilló.

La nueva misión de Jackson es impulsar la reconstrucción del equipo a partir de las selecciones en los sorteos universitarios y la búsqueda en el mercado de los agentes libres, el próximo verano, para lo que los Knicks disponen de más de 25 millones de dólares. Sin embargo, Jackson admitió que el mal momento por el que atraviesa el equipo no ayuda para que los jugadores estrella deseen fichar. Asimismo, admitió que puede haber más cambios en la plantilla hasta febrero, cuando finaliza el plazo establecido por la NBA.