Dion Waiters apenas lleva dos semanas en Oklahoma City, su nueva casa desde que fuera traspasado a principios de mes por los Cavaliers a los Thunder en una operación a tres bandas con los Knicks. Su llegada al equipo que dirige Scott Brooks ha supuesto un soplo de aire fresco para el escolta. Criticado en Ohio por su excesivo individualismo, su adaptación a los truenos ha resultado completamente satisfactoria. "Aquí me dan el balón. Puedo tocarlo", contestó al ser preguntado qué era lo que había cambiado respecto a su etapa en Cleveland.

Lo cierto es que, tras el mecionado traspaso, Cavs y Thunder han salido (por el momento) beneficiados. Con JR Smith (y a la espera de la recuperación del lesionado Iman Shumpert) los de Blatt han ganado en defensa exterior y se han vuelto a reencontrar con la victoria: tres consecutivas. Por su parte, Waiters ha demostrado entenderse bien con Kevin Durant y Russell Westbrook, junto con Reggie Jackson, sus nuevos compañeros en las posiciones de fuera. Tras el mal día de su debut (4 puntos en la derrota ante Sacramento), el número cuatro del draft de 2012 ha promediado 17 tantos (en 29 minutos) en los últimos cuatro partidos de OKC. Lo que hace que el implicado se muestre encantado con el cambio: "Tenemos un grupo fantástico, no es nada egoísta y desea tener éxito. Me encuentro ante una gran situación". Sólo el tiempo le podrá dar o quitar la razón.