NUGGETS 99-SPURS 109

Shaw: "Si no pongo a Faried los aficionados me tiran huevos"

Kawhi Leonard (17 puntos, 15 rebotes) dirige el ascenso de los Spurs. El campeón ganó en Denver a unos Nuggets en mal momento. Su técnico, Shaw, muy crítico con sus jugadores.

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NBA

Caminos de ida y vuelta en Denver. Los Nuggets recibían a los Spurs, unos en picado y otros en irresistible ascenso. Y ganaron los segundos, claro (99-109). Para los campeones es la cuarta victoria seguida. Todavía son séptimos de la Conferencia Oeste (27-16) pero están a menos de cuatro partidos del segundo puesto y sólo ven demasiado lejos el 33-6 de los irresistibles Warriors. El crecimiento de los Spurs ha coincidido con el adiós a diciembre, un mes en el que les tocó jugar demasiados partidos (y muy complicados) lastrados además por unas bajas que les pusieron en sus peores números de la era Duncan. Eso va quedando poco a poco atrás.

Porque ahora los Spurs, que no rompieron el partido hasta el último cuarto (78-91 a falta de 9 minutos y tras dos triples de Leonard y otro de Diaw) pero dieron siempre sensación de seguridad y superioridad, tienen por fin a la plantilla al completo y se van pareciendo cada vez más a su mejor versión: malas noticias para todos los demás. Kawhi Leonard, el MVP de las últimas Finales, tiene mucha culpa: tres partidos desde su regreso con promedios de 16,3 puntos, 9.3 rebotes y 2,3 robos. Ante lo Nuggets se fue a 17+15+2. Además, Tony Parker también va encontrando su toque y terminó con 18 puntos y 7 asistencias.

Demasiado para unos Nuggets que enlazan cuatro derrotas (18-24) y que siguen lejos tanto de los playoffs como de las mejores posiciones de cara al próximo draft. En una temporada ciclotímica y llena de altibajos, los de las Montañas Rocosas están ahora en uno de sus momentos más delicados. De hecho, antes del partido, el técnico Brian Shaw se había quejado amargamente de la intensidad y la implicación defensiva de sus jugadores después de dos derrotas humillantes: en casa ante unos Wolves en crisis y en Oakland ante unos Warriors que les ganaron por 43 puntos.

“No nos estamos esforzando”, había dicho Shaw antes de recibir al campeón, “y si pusiera a los que me apetece poner, tendría en el quinteto a los cinco más bajitos de la plantilla”. Una referencia a la débil defensa interior de su equipo y a sus desencuentros con un Kenneth Faried con el que ha estado de uñas en distintos momentos de las dos últimas temporadas. Bromeando pero lanzando su mensaje, aseguró que “podría sentar a Faried pero supongo que los aficionados me tirarían huevos”, en referencia a un conflicto que ya ha estado a punto de estallar otras veces con un jugador que es un favorito claro del público de Denver. “Pondría un quinteto con Lawson, Nelson, Gee, Gary Harris y otro más, el que me digáis. Pero supongo que me echarían a gorrazos de aquí…” terminó un entrenador cuya situación no termina de asentarse en un equipo anclado en la zona de nadie de la NBA.