Barcelona 92 - Estrella Roja 77

Ante Tomic marca su territorio

Gran partido del pívot croata ante el gigante Marjanovic. También brillaron Huertas, Abrines y Hezonja. El Barcelona, muy superior al Estrella Roja, queda 2-2 en el Grupo E.

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Para el Barcelona de Pascual, generalmente de precisión quirúrgica en el Top-16, es una situación extraña comenzar con dos derrotas a domicilio. Extraña, incómoda y exigente: toca dar pasos firmes para evitar sustos clasificatorios y, a partir de ahí, pensar en el asalto a las dos primeras plazas. Son las que dan factor cancha en cuartos y, de paso, las que evitarán salvo cataclismo improbable a un CSKA al que se le está poniendo cara de lobo a medida que pasan las semanas. Desde ese feo 1-2, el Barça tenía una cuenta muy fácil: ganar partidos. Todos los de casa y unos cuantos fuera. Para cerrar la primera vuelta tiene programadas visitas al Palau, con el Clásico del Palacio como eje, de Estrella Roja, Zalgiris y Galatasaray. Tres partidos que debería ganar y que de hecho tiene que ganar. En el primero, ante el Estrella Roja, cumplió. Por momentos, con nota.

El Estrella Roja es un buen equipo en su pista y un rival sólo relativamente peligroso a domicilio. Con todo, por fin perdió en cancha ACB después de ganar en la primera fase en Vitoria y Valencia. Lejos del hipnótico calor de su público está especialmente entregado a sus pilares, Marcus Williams y Boban Marjanovic. El base estadounidense llegaba como máximo asistente de la competición pero se quedó en 3 pases de canasta por 3 pérdidas, con once puntos y pocos minutos porque Radonjic se cansó de su defensa contemplativa cuando amplió repertorio Marcelinho Huertas (11 puntos, 7 asistencias). El gigante de 2,21 y mejor jugador de lo que va de Euroliga sumó porque siempre lo hace (12 puntos, 7 rebotes) pero no tuvo trascendencia en el partido. El Barcelona trabajó bien sobre él en defensa y le sacó de sus zonas de confort en ataque, sobre todo un Tomic mucho más móvil que sí fue capaz, en pleno resurgimiento tras un bache de varias semanas, de gobernar casi todo lo que pasó en la pista: 12 puntos, 10 rebotes, 4 asistencias y 2 tapones. En el duelo directo base-pívot, 34-24 en valoración para Huertas y un Tomic que sólo ha valorado por debajo de diez en uno de los catorce partidos de lo que va de Euroliga.

Superado ese decisivo duelo individual, el Barcelona ganó sin problemas porque no hay comparación entre ambas plantillas. Al Estrella Roja le costó encontrar colaboradores en el primer tiempo y sólo después del descanso aparecieron Blazic y Jovic. Su mérito fue sostenerse en el partido como buenamente pudo (72-63 ya en el último cuarto) y entre otras cosas porque el Barcelona jugó a ráfagas, siempre superior pero permitiendo intercambios de canastas y carreras de lado a lado. Pero tiró siempre del marcador: en el primer cuarto (27-19), en el segundo (49-36 tras parcial de 12-0) y finalmente en el cuarto, con un parcial de 18-7 en más de seis minutos y hacia el definitivo 90-70. Sobraron dos o tres minutos para todos menos para Hakanson, que se asomó otra vez al balcón desde sus 18 años.

El Barcelona apretó en defensa sólo a rachas y sólo cuando lo vio necesario. Pero sí cerró bien su aro (18-10 en rebotes de ataque, 10-3 al descanso) anotó con ritmo de martillo: 7/10 en triples al descanso (9/18 total), 16/25 en tiros de dos en el segundo tiempo. El partido también dejó claro que hay una unidad que sigue funcionando a pleno rendimiento y que incluye a Huertas, Abrines, Thomas, Tomic y un ala-pívot que unas veces es Doellman (excelente en el primer tiempo) y otras un Lampe que arregló su partido y sus números en los últimos minutos. A la espera de Navarro y Oleson y con un Jackson desaparecido, lo mejor de la segunda unidad fue aparición explosiva de Hezonja y la buena disposición de un Pleiss que echó un buen cable en el trabajo ante Marjanovic. La diferencia de mimbres fue desnivelando una balanza que saltó por los aires en el último cuarto, con Abrines metiendo bisturí y Tomic desatado, jugando literalmente en todas partes: puntos, asistencias lujosas y tapones.

El Barcelona ganó y apenas permitió que tuviera trampa un partido que no se podía permitir perder. El Estrella Roja queda fuera de la ecuación de un grupo (0-4) del que tira el Real Madrid (4-0) pero en el que sólo hay un partido entre el 3-1 del segundo, Maccabi, y el 2-2 de un pelotón formado por Barcelona, Panathinaikos, Galatasaray y Alba Berlín. De Ahí tiene que sacar la cabeza el Barça y para ello no podía permitirse ni una broma en este partido. Ni en el de la próxima semana, también en casa y esta vez ante el Zalgiris.