Hay noches en el que un simple partido de baloncesto no tiene mucha importancia. En el que el desarrollo y resultado del mismo se dejan, por un momento, al margen. Días en que el deporte de la canasta y sus aficionados rinden pleitesía a una de sus figuras sin importar lo que ocurra en la cancha. Y eso es lo que sucedió en la victoria de los Grizzlies ante los Sixers (101-83) de esta madrugada, pues todos los focos del FedEx Fórum de Memphis se posaron en el héroe de la franquicia: Marc Gasol.

El internacional español recibió todos los tributos posibles por su nueva hazaña en la NBA, la titularidad en el próximo All Star Game que se celebrará en Nueva York el próximo 15 de febrero. Un día especial y de fiesta en España, pero también en la ciudad de Elvis. Ovación cerrada recibió el mediano de los Gasol, con vídeo homenaje incluido. Espectacular. Emotivo.

Y ante tanta luz y glamour, los Sixers se derritieron. No existieron en el partido. La fiesta les afectó al igual que tener tanto potencial enfrente. Y sin necesidad de que el flamante all star rindiera a su mejor nivel. Tampoco era necesario. El internacional español estuvo muy discreto en su día. Tiro (5), anotó (9 puntos) y reboteó (7) poco, pero no hacía falta estando Zach Randolph con ganas de reivindicarse. Consiguió 17 tantos y atrapó 14 rebotes. Su octavo doble-doble consecutivo desde que volvió de su lesión. El pívot estuvo ayudado en la zona ofensiva por Jeff Green (18). No me cansaré de decirlo: su llegada es una verdadera delicia para unos Grizzlies que suben su nivel exponencialmente con él. Más veteranía para Joerger (está es la séptima temporada del exceltic en la NBA) contra la que nada puede la juventud de los Sixers. Es poner ante un tablero de ajedrez a Spaski y a un quinceañero. Una masacre.

"Ellos tienen un montón de veteranos que saben cómo jugar el juego. Son un equipo duro y nosotros, demasiado jóvenes", señaló Michael Carter-Williams (10) tras un encuentro cuya máxima diferencia se fue a los 25 puntos en el tercer cuarto (73-49, 4:50) a favor de los osos, lo que permitió a Joerger dar algo de descanso a sus pilares en los últimos 12 minutos, ante unos Sixers con Jeremi Grant (16) como máximo anotador debido a la ausencia de Tony Wroten, el líder ofensivo de los de Philadephia esta temporada, cuya rotura parcial en los ligamentos de la rodilla derecha le van a hacer pasar por el quirófano. Su temporada peligra al tener que pasar por el quirófano.