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SEVILLA 88 - LIETUVOS RYTAS 82

El Sevilla aprende a competir y supera al Lietuvos Rytas

Ya sin Roth, el conjunto entrenado por Javier Carrasco tira de coraje y alma para vencer en San Pablo. Byars y Porzingis, con 20 y 16 puntos, rompen la racha de malos resultados.

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Gediminas Orelik, ante Pierre Oriola.
Gediminas Orelik, ante Pierre Oriola.EFE

El Baloncesto Sevilla decoró su nefasto papel en este Last-32 de la Eurocopa con un triunfo muy trabajado ante el Lietuvos Rytas (88-82) merced a un gran papel de Porzingis y a la eficacia desde la línea de triples de Byars en el tramo final.

Ya avisó Javier Carrasco en la previa: "Es una oportunidad para seguir mejorando cosas". Y lo hizo el conjunto sevillano. Sin Roth. Con una dupla en el banquillo formada por el propio Carrasco y Norris, y a la espera de que el club anuncie quién será el nuevo técnico del plantel. Pero las consecuencias se plasmaron en el carácter. Se podía jugar peor o mejor. Se podía perder o ganar. Pero las sensaciones pasadas de desánimo desaparecieron en San Pablo para presentar un equipo unido y capaz de amagar sonrisas pese a la mala situación.

El Lietuvos expuso pronto sus argumentos. Los tenían Lavrinovic y Gecevicius, que ya pasada semana se encargaron de derrumbar cualquier esperanza hispalense en Lituania. Pero en esta ocasión el Baloncesto Sevilla respondió con esfuerzo y pasión. Quizás antes se ausentaban dos valores necesarios cuando el nivel de juego no se acerca al de tu adversario. El 18-22 del primer cuarto enseñó el camino a los locales. Costaría sudor y lágrimas meterse en la historia ante un efectivo Lietuvos Rytas, pero lo logró merced al buen hacer de unas piezas claves que ahora sí aparecieron. Radicevic se convirtió en un líder, Byars en una máquina de encestar desde la distancia. Escasos aplausos en San Pablo, pero existentes al fin.

Tras marcharse al descanso dos abajo, el cuadro hispalense se mantuvo bajo tonos de igualdad hasta que el último cuarto entró en escena. Ahí tomaron protagonismo sus piezas de ensueño. Hernangómez se pareció al que encandiló al mundo hace unos meses con cifras de récord, Byars fue un rayo desde la línea de triples (5 de 6) ante la impotencia de sus adversarios, y Porzingis demostró que su juventud no sólo es un aspecto negativo. El letón fue una pesadilla para las figuras del Lietuvos.

Urtasun saltó a la pista para enseñar que, con ventaja en el marcador, es un experto en manejar los tiempos del choque. Aceleró y frenó a su antojo y sus compañeros mantuvieron un ritmo consistente en velocidad y lanzamientos. Un triple de Woodside a falta de tres minutos puso al Baloncesto Sevilla con diez puntos de ventaja en un último cuarto vibrante. La película parecía terminada. Y el final, esta vez sí, era feliz.

En San Pablo sigue sonando el "Galilea, dimisión". A la espera de conocer quién toma el mando del equipo tras el no de Porfi Fisac, el Baloncesto Sevilla se apoya en la recuperación de sus valores para creer que en la ACB también es posible soñar con ganar. Deberá hacerlo si pretende agarrar su esperanza de salvarse. En la Eurocopa, esbozó su sonrisa demasiado tarde.