BARCELONA 89 - ZALGIRIS KAUNAS 72

Un gran Tomic, un buen Barça

El pívot croata lidera a un Barcelona sin Abrines, baja de última hora. El equipo azulgrana hace los deberes en casa con autoridad. Su próximo partido, ante el Real Madrid.

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Ante Tomic entró en bache a la vez que el Barcelona, cuando llegó diciembre y a partir de la sacudida del terremoto Hernangómez. Casi dos meses después, el equipo azulgrana no ha dejado atrás sus problemas de transparencia en las zonas (4-14 en rebotes de ataque para el Zalgiris) pero ha recuperado al menos la mejor versión de uno de sus jugadores fundamentales. En un clínic de menos de 25 minutos, Tomic terminó con 34 de valoración y tardó más de tres cuartos en fallar un tiro. Acabó con 16 puntos (6/7), 9 rebotes, 5 asistencias y 2 tapones. Bailó a un mecanizado Javtokas y canalizó todo el juego del Barcelona con canastas y pases de playmaker. Esas cosas que hace el que seguramente sigue siendo el pívot más determinante de Europa. Al menos en ataque.

Mediado el tercer cuarto, Tomic llevaba más valoración que todo el Zalgiris (30-27), un dato que explica de forma diáfana la autopista que se encontró el Barcelona para sumar su tercera victoria y ponerse por fin en positivo en el Top-16: 3-2. Ahora visita al Real Madrid y recibe al Galatasaray, así que en dos semanas sabrá si todavía tiene que hacer cábalas para estar en cuartos, si pelea por la ventaja de campo… o incluso por el primer puesto de grupo. El Zalgiris apenas opuso resistencia y mejor así ante la baja de última hora de Abrines, que volvió a sumarse a las de Oleson y Navarro. Con la rotación exterior otra vez temblando por el proceso gripal del balear, entre Jackson y Hezonja se las apañaron para minimizar a un James Anderson que, como su equipo, va de más a menos de forma descarada en la Euroliga: tardó más de 33 minutos en meter, en su séptimo tiro, su primera canasta en juego. Y acabó con 4 puntos y 2 de valoración. 4 y 5 para Jankunas y 2 y 2 para Will Cherry. Con ese panorama, el conjunto lituano bastante hizo con dejar pasar el partido con cierta dignidad gracias a las buenas maneras de Ulanovas y sobre todo Gudaitis. Pocas opciones le quedan al equipo que aligeró notablemente el grupo al dejar fuera in extremis al UNICS de Langford, Jerrells, Kaimakoglou y compañía.

Tomic, que en el anterior partido le hizo un nudo al gigante Marjanovic, promedia en el Top-16 22,4 de valoración (13,2 puntos, 9 rebotes, 2,8 asistencias) y sólo ha valorado por debajo de 10 en un partido de toda la Euroliga. Su jerarquía es tan incuestionable como que este cómodo triunfo no borra de repente las dudas del Barcelona, muy débil en defensa cuando hicieron pareja Lampe y un Nachbar que por fin dio señales de vida: 3 triples, 15 puntos. La peor parte, una vez más, fue para un Pleiss que sólo jugó minutos de la basura en el último cuarto y que sigue siendo el eslabón perdido para el juego interior azulgrana. Si en algún momento sale del cascarón, todo cambiará. Por ahora, el puzzle sigue pareciendo incompleto.

Por lo demás, lo mejor del partido fue el homenaje a Jasikevicius y su foto junto a Navarro, difícil concentrar más baloncesto en una sola imagen, y la autoridad de un Barcelona feliz en el Palau y ante un rival menor. Hezonja (4 robos) y Satoransky dejaron las acciones más espectaculares -algunos mates con olor a NBA- para un equipo que sigue teniendo caudal ofensivo de sobra: las dudas siguen en un entramado defensivo que mejorará cuando por fin Abrines y Oleson estén (los dos) en rotación y a pleno rendimiento. Ahora, y después del Manresa, toca un viaje a Madrid del que saldrá un Barcelona muy fortalecido o con su herida como visitante abierta de par en par. Pendiente de ganar como sea al Galatasaray para no estar en problemas serios o en cuentas para ser primero de grupo. Todo eso habrá en juego… y en un Clásico. Palabras mayores.