CAVALIERS 101-KINGS 90

Los Cavs de LeBron no dan un respiro al allstar Cousins

El equipo de Ohio consiguió su novena victoria seguida. El pívot de los Kings no pudo celebrar con una victoria su inclusión en el Partido de las Estrellas.

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Nueve victorias consecutivas y ocho derrotas seguidas. Esta es la diferencia más clara que existe entre unos Cleveland Cavaliers y unos Sacramento Kings que se vieron las caras esta madrugada con un claro y rotundo triunfo para los primeros (101-90). Los de Ohio ya han pisado el acelerador. La vuelta de LeBron James, tras perderse ocho partidos por molestias en la rodilla y en la espalda, ha dado un nuevo aire tanto al Rey como al equipo. Ambos no paran de crecer, ganando encuentros fáciles, donde otros aspirantes al campeonato caen de manera ilógica, y difíciles como el último ante Portland o en el Staples ante los Clippers.

Por su parte, los de la capital de California ven la vida pasar. Su brillante principio de temporada es ya un sueño desde la salida de Michael Malone: cinco victorias en 21 partidos. 11-13 era el balance que dejó Malone... Un cambio de rumbo demasiado desastroso (16-29) para que nadie salga a explicar qué está sucediendo.

Con esto, ambos equipos se enfrentaron en un Quicken Loans Arena que respiró aliviado cuando vio entre sus cinco iniciales a LeBron, duda por sus molestias en la muñeca (lesión sufrida ante los Pistons que le dejó fuera del partido contra los Blazers). "Me dijeron que era mi decisión y, obviamente, todos sabían cuál iba a ser mi decisión", manifestó un James que a pesar de no estar al 100% llegó a los 19 puntos y a las 7 asistencias (el mejor del partido en ese apartado). Un día en el campo. Aunque dejó que otros fueran los que se llevaran la gloria esta madrugada. Él está para otros asuntos.

Kryie Irving y Kevin Love fueron los principales motores del ataque cavalier. El base volvió a dar una lección anotadora, aunque no al ritmo del último encuentro (recuerden, 55 ante los Blazers) con eficacia probada: 62% en tiros de campo. Mientras que el ala-pívot fue el autor de 23 tantos (el máximo del duelo) y 10 rebotes, mostrando que su nivel se acerca ya al esperado, que su rendimiento es un jugador importante en un equipo cuyo objetivo es el anillo. La llegada de Mozgov (7 puntos y 8 capturas) le ha liberado de ser el perro grande en ataque y en defensa. Ahora, más liberado, más abierto, puede dar una salida más beneficiosa a su juego. 

Estas armas fueron las que dejaron a los Kings en la nada desde el principio. Siempre a remolque, llegaron al inicio del último cuarto 21 abajo (86-65), sin la posibilidad de celebrar por todo lo alto la inclusión de Cousins en el All Star Game del 15 de febrero en Nueva York en sustitución del lesionado Kobe Bryant. El primer king en un Partido de las Estrellas desde 2004, gracias a un crecimiento cuantitativo y cualitativo temporada tras temporada. En estos momentos, Cousins está entre los cinco mejores pívots de la NBA. Más centrado en el baloncesto, su ira homicida ha ido desvaneciéndose con el paso de los años. En este partido hizo 21 puntos y 13 rebotes. Números que consigue solamente con respirar (su media esta campaña es de 23,7 y 12,4), pero que no son suficientes para unos Kings que tuvieron la osadía de mirar al cielo al principio del curso. Ahora sólo ven pasar a su lado a los grandes, los que se reparten el pastel, soñado que algún día estarán entre ellos. El problema es que ya son muchos años y la vida sigue pasando, sigue igual.