Russell Westbrook se encargó de que la ausencia de Kevin Durant no se notara. El base fue el auténtico protagonista en la victoria de los Thunder ante los Magic (104-97) al completar su segundo triple-doble del curso (y décimo de su carrera). Russell gobernó el partido a su antojó y lo cerró con unos números espectaculares: 25 puntos, 14 asistencias y 11 rebotes. Además de cuatro robos de balón. "Fue un partido especial para él. Atacó, creó jugadas y lanzamientos para sus compañeros y rebotéo", analizó Scott Brooks, su técnico. Y eso que el día no empezó bien para los intereses de su equipo. Aquejado de un esguince en el dedo gordo del pie izquierdo, KD se perdió el tercero de los últimos cuatro encuentros de OKC.

Todo un contratiempo. Los truenos no pueden permitirse un solo descuido, inmersos como están en plena batalla por entrar en playoffs. De que no sucediera se encargó Westbrook. Ejerció como líder y no sólo se encargó de atacar, sino que implicó al resto de sus compañeros. Dion Waiters, quien jugó su primer encuentro como titular en los Thunder, acabó con 24 tantos, Ibaka con otros 16 (más ocho rebotes) y Anthony Morrow con 15.

Ante el equipo que esta vez fueron los de Brooks, los Magic (sostenidos por Oladipo, Vuicevic y Tobias Harris: 60 puntos entre los tres) no tuvieron opciones. Bastante hicieron con bajar los brazos cuando poco antes del final del tercer cuarto llegaron a colocarse 22 abajo (82-60 tras triple de Ibaka). Los Thunder, a la espera de poder contar con un Durant plenamente recuperado, pudieron respirar tranquilos gracias a Westbrook. Tras la derrota de Phoenix ante Memphis, ya ven a los Suns un poco más cerca. Tres partidos les separan.