Hay espacios de tiempo que son mortales. Que finalizan con cualquier tipo de revolución, que destrozan los espíritus más rebeldes y en el partido de esta madrugada en Sacramento se comprobó. Los Golden State Warriors sólo necesitaron 8 minutos para dejar claro porque son los líderes de la NBA y porque los Sacramento Kings llevan un balance 6-17 desde que despidieron a Mike Malone y porque naufragan en una mar de dudas después de un inicio de temporada ilusionante, en el que los playoffs parecían, por fin, una realidad más que una quimera.

En ese lapso, en el tiempo que fue desde el 4:43 del primer cuarto (22-14, dos tiros libres de McLemore) hasta el 9:38 (37-24, Jason Thompson), los de California no vieron el aro rival. Colapsaron en el ataque y fueron desbordados en defensa. Fallaron 10 tiros consecutivos y perdieron cinco balones. Esta situación les dio ya la puntilla antes de llegar al descanso y acabó con la posibilidad de dar un susto al equipo más en forma, junto a los Atlanta Hawks, de la Liga.

Al descanso, se llegó con 21 puntos a favor de los Warriors y unas diferencias colosalmente amplias en todos los aspectos del juego: 37% en tiros de campo para los Kings (44% al final) por el 57% (50%) de los de Oakland, 19-22 (34-49) en rebotes y 9-22 (17-33) en asistencias. Demasiada diferencia. Lo único bueno que pudieron sacar los Kings de todo un encuentro que llegó al tercer cuarto con un pequeño recorte (80-94), es que Klay Thompson controló su brazo y no les fusiló. Tuvo benevolencia y se quedó en sólo 14 puntos, dejando en una pesadilla los 37 puntos de un cuarto para un total de 52 del último duelo entre ambos.

Esta vez fue Stephen Curry quien llevó la manija ofensiva. 23 puntos y 9 asistencias para convertirse en el máximo anotador de un equipo donde todos participaron. Iguodala, en uno de sus mejores días, llegó a 17 puntos (a tres de su máxima de la temporada), Speights fue autor de otros 17, incluso Barbosa tuvo su oportunidad y alcanzó los 12 exprimiendo sus 21 minutos en pista.

Los Kings trataron de maquillar el resultado. Bueno, en verdad fue Cousins el que trató de tapar las vías de agua. Desaparecido durante los primeros 24 minutos, en la segunda parte anotó 19 puntos (comenzó ese periodo con 7 puntos y acabó con 26 el partido) y añadió un total de 11 rebotes. Junto al pívot all star, estuvieron Rudy Gay (20), Darren Collison y Ben McLemore, con 18 cada uno.

Ahora los Warriors comienzan un tramo interesante de la Liga con cuatro de los cinco encuentros antes del parón del All Star lejos del hogar: Atlanta (uno de los duelos más esperados de la temporada en estos momentos), Nueva York, Filadelfia y Minnesota. Sólo contra Dallas, esta madrugada, tendrán el apoyo de los suyos.