El Bilbao se puso provisionalmente a una victoria del líder y empatado con el segundo, con la mejor clasificación de su historia a estas alturas. El Manresa fue una víctima más de su poderío en casa. Mumbrú, Latavious y Marko Todorovic con 25 de valoración o más; y Colom, con 17. El partido amaneció con el esperado homenaje a Roger Grimau. Ya en la presentación fue aclamado y se emocionó, levantó el brazo, agradeció el afecto y miró al suelo para ocultar alguna lágrima furtiva. “Esto se lleva en el corazón. Sabía que se estaba montando algo grande, pero esto te desborda”, confesó a la conclusión. Recibió una camiseta del Bilbao, de manos del vicepresidente Iñaki Calvo, enmarcada con el dorsal 44, el que portó con tanto orgullo durante tres años.

El Bilbao tal vez salió con la imagen grabada del Manresa de los 13 puntos al descanso en el Palau. Relajó la defensa y confió en la inoperancia rival. Colom tuvo otra salida en falso; lo suyo son los tragos largos. No encontró situaciones claras bajo el aro y se ciñó a tiros lejanos, espinosos, sin encontrar fluidez. En ocho minutos, el equipo de Pedro Martínez superó su cuenta anotadora del descanso ante el Barça: 14-17.

El minuto y medio de Mendia fue un error. Se empeñó Sito en mantenerlo en la cancha pero esta vez ese clic en la función costó caro. Al chaval, muy ansioso por estar en boca de muchos estas dos semanas tras asomarse más decididamente entre los grandes, le pitaron tres faltas y engordó la lista de tiros libres del cuadro visitante. Y todo coronado con un triple de Hernández y personal posterior del ala pívot bilbaíno posterior en la pugna por le rebote. Total: cinco puntos del tirón para completar un 0-9 y el 16-26.

El equipo local se puso más serio atrás, A Williams no lo podían contener bajo el aro y llegó un 9-0 para el 29-30. Poeta se estrenó cerca del descanso, con empate a 32. Pero Latavious y Marko Todorovic (al final forzó pese a su tendinitis en la rodilla) eran incontenibles ante dos cuatros como Fotu y Sakic. El Manresa encontraba fácil la espalda defensiva. Marko Todorovic hizo en pleno nudo argumental una acción de genio: robó fácil en primera línea, con sus 2,08 se lanzó a campo abierto, se pasó el balón por al espalda como si tal cosa y asistió a Bertans en la línea exterior. Es una delicia ver jugar al pívot cedido por el Barça. Lo suyo fue tan bonito como un caño algo más tarde de Raúl a Álex Hernández.

Todo estaba en el aire en el segundo tiempo (39-38). Salió Sito con dos bases y Bertans, más Mumbrú de cuatro. El Manresa atacó mucho con sus bases y Hernández tomó responsabilidad como un maestro. El Bilbao elevó la pasión con Mumbrú (de cuatro abierto angustió a Sakic) y tres triples consecutivos (dos del internacional, segundo máximo anotador de la Liga, y otro de Colom) contribuyeron a la máxima diferencia: 55-46, tras matazo de Latavious en ‘alley oop’ (se cuelga el pivot de Starkville y se queda en horizontal). Martínez plantó una zona para trabar un ritmo que amenazaba tsunami. No pudo contenerlo. Como otros muchos antes que él.

Sito disparó contra Dejan y Mendia: “Si no eres feliz cuando sales a jugar y su reacción posterior es intentar hacer ver al árbitro que es falta, no puede ser (dijo sobre el primero). Si piensa que su situación es pegarse con Sakic, no pretenderá tener el mismo respeto arbitral siendo un recién llegado… tiene que aprender (sobre el segundo)”.