REAL MADRID 86 - FUENLABRADA 69

El Madrid coge la autopista

Ganó sin aprietos al Montakit Fuenlabrada con reparto de minutos y con diez jugadores entre 6 y 12 puntos. Sexto triunfo seguido en Liga. Burtt y Panko destacan.

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Llegaba como colista y perdió por 17 (86-69). Pero no lo hizo mal el Montakit Fuenlabrada. Compitió durante bastantes minutos y superó al Madrid en rebotes ofensivos y asistencias, y le igualó en recuperaciones de balón. Apartados de la estadística que con imaginación podríamos situar bajo un título no escrito de entrega y concentración. Si quieren, también de compañerismo. Luego, nos inventarnos otro encabezamiento con la palabra talento y agrupamos los lanzamientos y los puntos. Ahí rompió el Madrid.

El Fuenla sólo lanzó un tiro menos de dos, pero el Real anotó ocho más (22 de 38, 57%). Y firmó los mismos triples (9) con tres intentos menos. A igualdad de ganas, triunfa la calidad y no hay sorpresa. La historia de este derbi y de otros muchos. El Madrid ha cogido la autopista, tiene el ritmo, la confianza, el acierto y el reparto de roles que llevaba cinco meses buscando. Le queda por afinar, pero ha dejado atrás el camino de cabras, el de los baches, ese en el que aún sigue el Barça, por ejemplo.

Rueda sobre asfalto y Laso puede gestionar con más calma las dos velocidades que hacen falta ahora, la de la Euroliga, con exigencia extrema casi siempre, y la de la ACB, que permite algún respiro.

Los doce jugadores estuvieron en pista entre 10 (Bourousis) y 21 minutos (Rudy y Sergio). Nueve se movieron en un margen estrecho de cinco minutos (14-19). El resultado: diez sumaron un mínimo de 6 puntos y un máximo de 12 (Sergio, el único que alcanzó el doble dígito). Partido de horquilla estrecha.

Lo bueno para el equipo blanco, para su técnico, es que ese reparto milimétrico de oportunidades dio más frutos que en otras jornadas. Un Mejri sereno aprovechó para reivindicarse (9 tantos y 6 rebotes), Sergio se mantuvo al alza, Campazzo anotó 7 puntos del tirón en el último cuarto, el mismo en el que Bourousis pisó la cancha por primera vez, aunque no pasó de puntillas, hizo cositas (8, 3 capturas y 2 asistencias).

El Fuenla había aguantado el pulso hasta mediado el segundo cuarto (29-26), cuando Llull defendía a un 2,05 como Javi Vega y Nocioni (buena actuación también) perseguía a Panko y su racha (15 al descanso). Entró Maciulis, y aunque el lituano no llamara la atención, su equipo mejoró.

Tras el paso por vestuarios, vimos al Madrid de los terceros cuartos del año pasado, el que aprieta atrás y quiebra al rival antes de que se reubique en la pista. Del 44-37 al 53-38 con el quinteto titular (Sergio, Rudy, Rivers, Reyes y Ayón). Burtt (20 y 4 de 8 de tres) tomaba el relevo encestador de Panko, que finalizaba en blanco el tercer parcial defendido por Rivers. El problema visitante es que ni Akindele ni Diagne hacían caja con su físico. Sus errores bajo el aro (3 de 12 entre ambos) remataron al Fuenla. Los de Hugo López juegan bien y tienen la escapatoria a la vista, pero la cuesta se empina y la presión sube. Quedan 14 jornadas. Tic-tac, tic-tac, que diría aquel. El Madrid, en cambio, acelera. Le espera la Copa y antes, Kaunas, este jueves.