Andy Panko acaba con la paciencia de cualquiera y en el partido de este sábado terminó con la de un Movistar Estudiantes que con esta derrota (93-84) aumenta un año más su maldición en el Fernando Martín y ya son ocho (desde 2007). El Montakit Fuenlabrada centró todas sus opciones en el estadounidense (26 puntos para un 32 de valoración) y el tiro exterior (13/26). Todo un recital desde el perímetro que les da algo de aire en su lucha por la salvación, mientras que el Estu recibe toque de atención: toda buena racha y momento positivo tiene sus malos días. Hay que aprender de ellos y superarlos lo antes posible.

El equipo del sur de Madrid inició el encuentro con la necesidad que da estar en la profundidad del pozo. No iba a dejarse intimidar por el buen momento colegial. Tienen un objetivo claro y, al inicio, no había nadie que no lo tuviera más cristalino que Steve Burtt, otro de los grandes héroes del día (acabó con 29 puntos). 10 tantos consiguió el estadounidense en este inicio en un alarde de calidad, movimientos rápidos y efectivos. Apoyándose en el pick and roll (gracias a la envergadura de sus pívots) no había defensor que pudiera frenarle. Un triple suyo llevó a la máxima diferencia en el cuarto (20-10). Una canasta de Bircevic y otra de Aradori dejaron el resultado en un ajustado 20-14.

En el segundo cuarto, se vieron dos vidas, dos encuentros. En el primero de ellos, los colegiales, lanzados gracias a la individualidad de Aradori y el desacierto y confusión fuenlabreña (nadie mejor que Diagné con dos faltas sin sentido sobre Salgado y Simpson), llegaron a remontar. Un parcial 6-13 ponía al Estudiantes por encima en el marcador por primera vez en el encuentro. Pero duro poco la alegría. Panko lo quiso así y cuando un jugador de su clase quiere algo, se hace. No hay más. El resto sólo debe callar y contemplar. Si el Fuenla se salva será por él. No hay nadie mejor en lo suyo. Perfección absoluta desde el perímetro cuando peor lo pasaban los suyos: 4/4, 12 tantos para un estadounidense en ese tiempo. Su inspiración contagió al resto. La actuación desde la línea de tres fue espectacular para los de Hugo López con 6 aciertos de 9 intentos, con uno en el último segundo de Alberto Díaz incluido. Desmoralizador para los de Vidorreta que llegaron al descanso 10 abajo (43-33).

Con la vuelta de los vestuarios, los locales no bajaron el ritmo. Bueno, no lo bajo Panko nuevamente. Golpeo en el inicio del tercer cuarto, a mediados y al final para conseguir otros 10 tantos más en su cuenta personal. No paraba. Deshacía la defensa colegial otra vez. Pero a pesar de ello, hasta los últimos segundos del cuarto, no lograron despegarse. El Estu, apoyando en los tiros libres (Diagné era una mina de oro para conseguir ir a la línea de personal), en triples aislados y en el trabajo de Xavi Rabaseda (muy pitado en su antigua casa) y Nacho Martín, pivotaba entre los 10 y los 5 puntos de diferencia. Aunque el último periodo se iniciaría con un +15 para los de López (75-60) con otra canasta, esta vez de dos, de Díaz cerraba el acto.

Y ahí acabó el encuentro. El Fuenla resistió las acometidas visitantes. Respondían a cada uno de los hachazos ramireños sin pestañear y de esta forma conquistaron su quinta victoria esta temporada y además con premio especial, el basket average se quedaba en casa, nueve puntos por los siete del partido de ida (86-79).