GIPUZKOA 72 - UNICAJA 76

Unicaja no falla ante un Gipuzkoa que le hizo sufrir

La templanza en los últimos minutos le permitió doblegar a un rival muy correoso. Granger lideró al líder de la ACB en la parte decisiva.

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El Unicaja va a acabar hablando euskera. Se le aparecerán vascos en sueños. En Euroliga jugó ante el Baskonia y, como es costumbre en las últimas semanas, perdió. De vuelta a la Liga padeció lo que no está escrito ante este valeroso Gipuzkoa que en su pista ya ha sometido a Valencia y Bilbao, y casi al Joventut. Y el jueves le espera en la Copa el Bilbao. Tres torneos distintos y los tres equipos vascos seguidos. Le está costando superar a los rivales, pero su oficio le depara victorias como esta tan importante en la antesala de la cita de Las Palmas, para llegar a esos cuartos de final con una sonrisa y no una nube de preocupación.

Granger sacó la batuta en el tramo final para evitar males mayores. El acierto en los tiros libres y la precipitación donostiarra también influyeron lo suyo. Este líder ACB explota como nadie los fallos del enemigo, los castiga elevándolos a la enésima potencia y dos rebotes ofensivos que apadrinó Kuzminskas en un momento importante le dieron alas para volar hacia la 18ª victoria en 21 jornadas. “Nos ha faltado creer”, resumía Doblas. Las remontadas siguen siendo una asignatura pendiente. Y contra equipos tan compactos como el costasoleño, es una utopía.

Precisamente el pívot cántabro fue noticia amarga en la rueda de calentamiento. Pisó un balón y se torció el tobillo. Se pasó toda la primera parte en vestuarios, intentado ponerse a punto. Logró salir en el tercer cuarto y el equipo estuvo unos momentos desconcertado, demasiado pendiente de él, y perdió inspiración. Pero pronto se puso a tono y hasta culminó un final de posesión desde siete metros (53-52). Se encogía de hombros ante la barbaridad que acababa de protagonizar. Dos triples de Vasileiadis encarrilaron el triunfo visitante. Se procedió a un intercambio de canastas y al GBC le faltó temple ante una maquinaria tan engrasada.

El Unicaja abrió la escena en el cuarto inicial muy débil en la defensa del pick and roll, apocado con los triángulos que daban los de verde. Eso sí, el equipo de Plaza no le apuntaba ni a una piscina: llegó un triple de Granger tras nueve fallados. El ritmo era de locos y le iba bien al GBC, al que gusta una transición rápida frente el orden establecido que siempre exige Plaza. Los donostiarras protegieron bien el aro y con una buena defensa se fueron al 31-23 a 4:19 para el descanso tras una delicatesen de Franch en su clásico amago a un lado y cesta. Luego la diferencia creció al 34-25. Golubovic, olvidado un rato fatídico por Plaza, regresó a la pista y maniobró en el uno contra uno muy fácil, sin que le tirasen ayudas a su par. En otro final a cara o cruz se impuso el que tiene el saco más lleno de victorias. Y de moral. Aunque Unicaja carece de la frescura de meses atrás.