Joan Plaza compareció cabizbajo en la sala de prensa. Se quejó, entre líneas, de la dureza defensiva del Barça. “Tenemos la sensación de haber hecho bien casi todo. Sabíamos que cualquier mini-break lo iba a aprovechar bien el Barça. Creo que ha sido lo que nos ha ocurrido. Ha habido dos balones perdidos y Oleson ha salido librado. Hemos estado precipitados cuando nos hemos querido poner más agresivos. Hemos empezado el último cuarto con la sensación de que nos podíamos ir pero ellos han incrementado el nivel de dureza y no es la primera vez que digo que todos opinan con facilidad que Unicaja juega muy agresivo. Somos el equipos que menos faltas hacemos en Europa pero dicen que somos los más sucios… no, nosotros defendemos con orden y es un argumento muy dado del que es difícil deshacerse. Es el que menos falta comete en Europa pero siempre nos llevan 20 veces a la línea de tiros. En el último cuarto estábamos en bonus a los tres o cuatro minutos. Los números dicen que somos todo lo contrario a agresivos. Hemos dado un paso adelante respecto al año pasado y varios respecto a años anteriores. Hay que seguir remando”. Esa fue la valoración. Luego llegó el turno de preguntas.

¿Hubo dos raseros? No, yo digo que no nos podemos hacer eco de algo que no es real. Hay unos datos que contrastan y no podemos aceptar que se diga eso. Es difícil no equivocarse como yo me he equivocado pero no saldrá de mi boca que hemos perdido por los árbitros”.

¿Por qué el equipo se vino abajo? “Hemos perdido balones en primera línea, horizontakes, y eso son canastas fáciles del rival. No ha habido calma, los tiros han sido precipitados. Su break nos ha desestabilizado. Ahora mismo, sin ver el vídeo, creo que esa es la clave. Ha habido falta de comunicación”.

¿Cómo está el vestuario? “Creo que hemos sido capaz de jugar con entereza. Queríamos sacar los cuartos y lo hicimos. Que hayamos aguantado hasta el 33’ hablan bien de nosotros. Que no hayamos aguantado luego y nos hayamos fundido significa que nos falta aún madurez. Estaremos en las finales si seguimos así”.

¿Se guardaron algo? “Eso es un bulo. Hay entrenadores capaces de cambiar de sistema cada semana. Nosotros teníamos preparadas cosas pero no para ahora. No creo en las soluciones mágicas. Creo en el trabajo, en la calidad. Hay cosas que probablemente estaban todavía muy verdes para ejecutarlas”.

¿Personalmente como está? “Estoy un poco en paz. Me sabe mal por la gente del Málaga pero también por mi staff. Me hubiera gustado que muchos miembros del staff hubieran tenido el premio de la final. Nos falta madurez, sabiduría y eso no se compra en el chino de la esquina. Pero ese es mi criterio”.