Cuatro días después de que fuera traspasado a Boston, Isaiah Thomas se tomó su particular ventaja ante los Suns. El base fue el encargado de materializar el triunfo de los Celtics en Phoenix (110-115) con un triple y una gran penetración en los dos últimos minutos. Pese al intento final de los locales en los segundos restantes, los de Massachusetts acabaron sentenciando desde la línea de tiros libres, cosechando así un triunfo que les vuelve a meter en la batalla por los playoffs (aunque sin Sullinger se antoja complicado) 24 horas después de caer ante los Lakers en el gran Clásico de la NBA.

El partido no defraudó con dos equipos rápidos y que practican un baloncesto de ataque y atractivo para la vista. Los Celtics comenzaron más entonados y se fueron al descanso con una ventaja de 17 puntos (50-67). Un gran Avery Bradley (23) abrió la veda y Thomas (21-7) y Bass mantuvieron el pulso en el segundo cuarto. De la mano de Eric Bledsoe (21-10) y Brandon Knight (20), los de Arizona soñaron en la seguna mitad con un triunfo que se les acabó escapando. Desde el cierre del mercado, los de Jeff Hornacek siguen sin saber lo que es ganar. Los playoffs se les han puesto muy cuesta arriba, por no decir casi imposible.