Puede que juegue con el número 23 en homenaje a ese monstruo que fue Michael Jordan. Pero el hecho de haber dejado atrás a Scottie Pippen, el legendario escudero de Air en los éxitos de los Bulls, para convertirse en el alero con más asistencias de la historia (6.142) no disimula la alegría de LeBron James. "Cuando crecí admiraba a Jordan, pero cuando eres un niño no crees que cuando crezcas puedas ser como el. Así que me fijé mucho en el juego de Scottie porque era la clase de esterella que pensé que yo podía ser. Así que es algo muy especial batir un récord suyo", argumentó el cuatro veces MVP tras la victoria de sus Cavaliers (93-102) en Detroit.

A sus 30 años, y en su duodécimo año en la NBA, 'King' James promedia 6,9 pases de canasta. Mientras que en sus 17 temporadas en la élite, Pippen logró una media de 5,2. Un dato que desmiente las teorías de algunos críticos que tildan (o sobre todo tildaron en el pasado) a LeBron de jugador egoísta. "Significa mucho para mí, mucho más que superar a Allen Iverson en la lista de anotadores porque siempre le he dado gran importancia a mi capacidad para pasar. Para mí, es más importante ayudar a mis compañeros a tener éxito que alcanzar el mío propio", expone.

Y es que, para superar su marca el de Akron acabó con 11 asistencias (sólo necesitaba cinco) ante los Pistons. Muchas de ellas fueron dirigidas a un Kevin Love que clavó ocho triples, igualando así su marca personal. Con esos 24 tantos, el ala-pívot lideró la ofensiva de unos Cavaliers que se sitúan a solo medio partido de distancia de los Bulls, terceros del Este. Además de Love, y el propio LeBron (convirtió 19 tantos y, pese a sus nueve pérdidas, se quedó a tres rebotes de lograr un triple-doble), Irving cumplió y Mozgov destacó en una pintura en la que debutó Kendrick Perkins.

 Por su parte, pese a que vendieron cara su piel, los Pistons acabaron cediendo. La buena noticia para los de Van Gundy es la total adaptación de Reggie Jackson. El base firmó una destacada actuación: 22 puntos, nueve asistencias y ocho rebotes. Caldweel-Pope siguió con su buena línea y Drummond&Monroe trabajaron bien en la zona, pero los locales echaron en falta una mayor aportación del banquillo. Y es que para vencer a los Cavs actuales Cavs es necesario que todos sumen.