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TIMBERWOLVES 97 - GRIZZLIES 101

Un Marc gigante (27-11) decide ante los Wolves de Ricky (13-10)

El catalán decidió para los Grizzlies con 11 puntos en el último cuarto. Wiggins y Rubio tiraron del carro en Minnesota. Garnett acabó expulsado por dos técnicas.

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Un Marc gigante (27-11) decide ante los Wolves de Ricky (13-10)

Tras dos derrotas seguidas, los Grizzlies llegaron a Minneapolis con la necesidad de conseguir la victoria para seguir aspirando a todo en el salvaje Oeste. Consiguieron su objetivo, aunque para ello tuvieran que pelear hasta el final para doblegar (97-101) a unos Wolves que con la llegada de Garnett parecen otros. Siguen pecando de inexperiencia, pero ahora compiten hasta el final. El carácter y espíritu indomable de 'The Big Ticket' (quien precisamente fue expulsado por dos técnicas) comienza a notarse en esta joven camada de lobos. Lo que hace que, aunque probablemente no vayan a ganar muchos partidos, sean uno de los equipos más atractivos de ver de aquí hasta el final de la liga regular.

No obstante, esta madrugada acabaron cediendo ante el empuje del mejor Marc Gasol de 2015. Los 27 puntos del pívot suponen su mejor anotación en los dos últimos meses, además de capturar 11 rebotes, repartir cuatro asistencias y poner dos tapones. Una gran actuación que rubricó con un excelente último cuarto. En los tres primeros había perdido un total de seis balones (marca negativa del curso), pero ya no volvió a cometer ni una pérdida más. Asumió las riendas de su equipo para concluir el último periodo con un total de 11 tantos. Jugador franquicia. Y como viene siendo habitual, sin pecar de egoísmo. Cuando dos triples casi consecutivos de un enrachado Kevin Martin (se quedó sin gasolina justo al final) pusieron el empate a 95 a falta de 43 segundos, la defensa de los Wolves se cerró sobre Marc a la jugada siguiente. El catalán levantó la mirada, buscó y encontró a Conley abierto más allá del arco. ¡Bingo! Martin no pudo responder y Tony Allen acabó sentenciando desde la línea.

Así se decidió un duelo en el que los locales entraron más enchufados que sus rivales de Memphis. Un inspirado, salvo en el tiro (3/12), Ricky logró seis de sus 10 asistencias (volvió a rozar el triple-doble al sumar 13 puntos y siete rebotes, más otros cuatro robos) en el primer periodo. Cuando puede correr disfruta él y disfrutan sus Wolves. Y también lo hace un Andrew Wiggins (25 puntos anoche) que va a más cada día.

Sin embargo, pese a sus 24 pérdidas (entre Gasol y Randolph acumularon 13, una más que el equipo de Flip Saunders), la segunda unidad de Memphis consiguió ganar el mando en el segundo cuarto. Tras el descanso, amenazaron con romper el partido. Lo que no le gustó a un Garnett que tuvo que ser invitado a abanadonar la cancha tras golpear el balón con cierta vehemencia tras una acción. Pero sin más. Su expulsión espoleó a los suyos y despertó a Wiggins, Ricky y a un Gary Neal (16 tantos) que puede resultar muy útil en Minnesota. Pero entonces apareció Big Marc. "Cuando está enchufado el resto puede cumplir el papel que se le presupone", reconoce Dave Joerger. Sus osos concluyen la primera semana tras el All Star con un 3-2 de balance. "Ha sido dura. Ojalá hubiera sido diferente y hubiéramos acabado 4-1 o 5-0. Pero así es como han ido las cosas. Sólo queda pensar en la próxima". Palabra de Marc Gasol, el santo y seña de los Grizzlies.