Los Lakers están pagando su desastrosa temporada. No sólo en lo que a su presente y futuro se refiere, sino que también ha afectado a su glorioso y legendario pasado. Algunos medios texanos se han hecho eco a lo largo de esta semana de un hecho tan insólito como histórico. Y es que la franquicia angelina ha dejado de ser el equipo con mejor balance de victorias/derrotas en la historia de la NBA. Un honor que ha ido a parar a manos de los San Antonio Spurs.

El equipo que dirige Gregg Popovich desde finales de 1996 (el segundo técnico que menos partidos ha necesitado para alcanzar las 1.000 victorias en la regular season) ha disputado, hasta el día de hoy, un total de 3.127 partidos en la NBA, de los cuales ganaron 1.920 y cayeron en 1.207. Lo que se traduce en un 61,4% de triunfos. Un porcentaje ligeramente mejor al de los de púrpura y oro (61,04%): 3213 partidos ganados de los 5.264 disputados. Los Boston Celtics, la franquicia con más anillos de todos los tiempos (17) copan el último peldaño de este particular podio con un 3156-2216 (58,7%).

Tras los orgullosos verdes, no hay otro equipo con más títulos (16) que los Lakers, que a su vez son quienes más finales han disputado (31) a lo largo de la historia. La franquicia se creó en Minneapolis y en su primera campaña, la 1948-49, lograron su primer campeonato. En 1960, se trasladó a Los Ángeles. Algunos de los mejores jugadores de siempre, han defendido y/o siguen defendiendo su camiseta. George Mikan, Elgin Baylor, Jerry West, Wilt Chamberlain, Kareem Abdul-Jabbar, Magic Johnson, Shaquille O'Neal o Kobe Bryant son algunos de ellos. En el banquillo también han contado con entrenadores (John Kundla, Pat Riley o Phil Jackson) que marcaron un antes y un después.

Por su parte, la historia de los Spurs es bien distinta. San Antonio se convirtió en un equipo ganador a finales de la década de los 90. Antes de dar el salto a la NBA completaron seis campañas en la ABA como los Dallas Chaparrals y otras tres ya con su nomenclatura actual (un registro que no se tiene en cuenta al situarlos como el equipo con mejor récord). Su devenir no se entiende sin la llegada de Gregg Popovich y dos son los jugadores que han marcado su camino: David Robinson y Tim Duncan. El gran mérito (amén del extraordinario baloncesto que practican y de sus cinco anillos) de los texanos es haberse mantenido en la élite durante tanto tiempo con prácticamente el mismo bloque.