El próximo 10 de marzo comienza la final de la CBA, la primera división del baloncesto chino. La disputan el todopoderoso Beijing Ducks de Stephon Marbury y el Liaoning, la gran sorpresa de la temporada. En este segundo equipo hay representación española, y es que en el cuerpo técnico trabaja Sergio Sánchez, un joven preparador fisico que llegó este verano al país asiático después de haber trabajado en España (Baloncesto Fuenlabrada y CB Granada) e Irán, puesto que consiguió a través de la red social Linkedin. "Estaban un poco cansados de los preparadores americanos porque antes les metían muchos pufos, y han decidido empezar a buscar europeos", explica.

El Liaoning es un equipo de cantera, de presupuesto medio, algo que en España podría compararse con el Estudiantes o el Joventut, como destaca Sergio: "Si alguien se lleva a uno de nuestros jugadores, no vamos al mercado. Se sube de la cantera. En ese sentido somos como un Estu o un Joventut".

La liga china ha aumentado su popularidad de manera exponencial durante los últimos años. Mejores contratos de televisión (CCTV), de ropa (LiNing) y de transporte (Volkswagen)… e ingresos fijos cada año: las plazas de cada provincia se subastan entre sus ciudades, como si Madrid y Barcelona tuviesen que pujar por ser sede de España en una teórica Liga Europea. Pero esos contratos tienen obligaciones: “No puedes vestir otras zapatillas que no sean LiNing, si no tienes que tapar la publicidad, porque está prohibido”.

La CBA recibe el dinero y lo reparte según los resultados deportivos, así se consigue que el equipo del mayor presupuesto llegue a los 15 millones de dólares y el que menos se quede en cuatro. El objetivo: ‘robar’ jugadores a Europa: “Económicamente no hay nada igual. El dinero que hay aquí no lo hay en Europa, diría que algunos clubes de Euroliga y poco más. Lester Hudson, nuestro americano, cobra 1,5 millones de dólares. Eso en NBA es imposible y en Europa muy difícil. Les han metido muchos pufos pero han mejorado el scouting. Y en pretemporada los jugadores tienen que pasar un test físico, mientras que sólo los chinos tienen que hacer uno teórico”, reconoce Sergio, que en un futuro se imagina a la NBA, la Euroliga y la liga china como “los tres ejes del baloncesto mundial”.