MAVERICKS 94 - CAVALIERS 127

LeBron (27-7-8) rompe la maldición texana de los Cavs

Cleveland había perdido sus últimos 14 partidos allí. King James, sin cinta, superó a Mark Price y ya es el mejor pasador en la historia de los Cavs.

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LeBron James saltó a la pista sin su habitual cinta en la cabeza, algo que no se veía desde la pretemporada de 2003, cuando él aún era un rookie, y de la que ya prescindió hace unos días en la segunda parte ante los Phoenix. No costó mucho reconocerlo. King James, que acabó con 8 asistencias, se convirtió en el mejor pasador en la historia de los Cavaliers tras superar la marca de Mark Price (4.207). “Con lo que me quedo de esta noche es que jugamos bien los 48 minutos. Sólo me contagié de eso; compartimos bien el balón y todos nos metimos en el ritmo del partido”, decía después el alero de Ohio que a esas 8 asistencias les sumó 27 puntos y 7 rebotes.

LeBron no quiso hablar mucho sobre las anécdotas del partido: su récord de asistencias y la cinta. “Son cosas que suceden”. El que sí lo hizo fue su entrenador, David Blatt. “No sé si fue una decisión consciente, pero me gustó. Jugó un gran partido”. Los Cavaliers se despertaron por fin de su pesadilla texana: habían perdido allí sus últimos 14 partidos y sacaron pecho, demostrando que en el Este también hay buenas franquicias. LeBron y compañía han ganado 12 de sus últimos 13 partidos ante rivales del Oeste.

Junto a LeBron, estuvieron los de siempre: Kyrie Irving (22 puntos), Kevin Love (21 y 14 rebotes), JR Smith (31) y Mozgov (17). El quinteto inicial sumó 108 de los 127 puntos con los que acabaron los Cavs. En los Mavs, el mejor fue Chandler Parsons, con 18 puntos y 5 rebotes. Nowitzki terminó con 13 y Monta Ellis, con 17.

Dallas cerró el primer cuarto con una canasta sobre la bocina que ponía el +5 en la cuenta de la franquicia texana (31-26). Tres triples de los Cavs (dos de LeBron y uno de James Jones) empataron el partido a 35 antes de un parcial de 15-30, que mandó a los equipos a vestuarios con 53-67 en el marcador. Irving llevaba ya 16 puntos y LeBron, 17. La renta de los Cavs llegó hasta los 35 puntos (92-127 antes de una canasta de Bernard James) para acabar con su maldición texana.