Quedan cinco jornadas y llevamos varias haciendo cábalas de los posibles cruces de cuartos. También las hacen los jugadores y los entrenadores, aunque no lo digan. Otro triunfo le daría al Madrid esta noche la clasificación matemática, aunque la tiene en el bolsillo desde la semana pasada. El gran objetivo ahora de los de Laso es mantener el liderato para contar con el factor cancha en el playoff (el segundo también dispondrá de esa ventaja) y, además, esquivar a los tres ogros del grupo F, al Olympiacos, al Fenerbahçe y al CSKA, que o mucho cambian las cosas o se repartirán las tres primeras­ plazas.

Al Madrid se le resiste el liderato final del Top-16, como ya vimos en las dos últimas temporadas. En la pasada, dio caza al CSKA y cuando la diferencia general de puntos le beneficiaba y el primer puesto parecía hecho, perdió en Kaunas contra pronóstico en la última jornada. En Grecia dijeron que se dejó ganar para cruzarse con el Olympiacos y no con el Panathinaikos, lo cual hubiera sido absurdo, ya que el potencial de Spanoulis y compañía era superior al del PAO. Hace dos temporadas el Real también encaró la recta de meta en lo más alto y perdió tres de sus últimos cuatro partidos. Otra vez segundo.

En 2011. La Euroliga estrenó el formato del Top-16 en la campaña 2001-02. Con esta van ya 14 temporadas y el Madrid sólo ha terminado líder en 2011 coincidiendo­ con la dimisión de Messina­. Entonces aún se jugaba con el sistema de cuatro grupos de cuatro. En 2013 cambió a dos de ocho equipos, lo que encarece más si cabe el primer puesto. Lo que no ha logrado nunca es acabar primero del Top-16 y a la vez de la fase regular de la Liga Endesa, donde ahora también es líder.

La cuenta atrás comienza hoy (21:00, C+ Deportes 2)frente a un Alba mermado, sin su gran referente, McLean, y con la duda de Hammonds, aunque así fue capaz de forzar la prórroga al Barça en el Palau. En las cuatro siguientes jornadas los blancos se medirán a tres rivales directos. Su ventaja es de dos triunfos. A ver.