THUNDER 122 - CELTICS 118

A Westbrook le bastan 2:26 minutos para decidir ante Boston

Ese fue el tiempo, repartido en dos intervalos, que necesitó el base (36-10-5-5) para colocar a OKC de nuevo en zona de playoffs. Pese a perder, los Celtics, octavos del Este.

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2:26 minutos. Ese fue el tiempo, repartido en dos intervalos de juego distintos, que necesitó Russell Westbrook para ponerlo todo patas arriba y acabar (122-118) con la resistencia de unos Celtics que no se rindieron nunca. En los primeros 73 segundos (los que van del 5:22 al 4:09 del tercer cuarto), el base lideró con 8 puntos y una asistencia un parcial de 13-0 para los Thunder que cambió el marcador del 66-70 para los visitantes a un 79-70 favorable para los de OKC. El segundo llegó a falta de 1:13 para la conclusión. Dos triples casi consecutivos de Smart y Olynyk habían hecho que los de Boston recobraran la esperanza. Pero entonces se dieron de bruces con una realidad personificada en forma de jugador con máscara. Westbrook anotó otros 10 tantos en ese periodo para zanjar definitivamente el asunto. Victoria para los Thunder por 122-118. Un triunfo que les devuelve momentáneamente a zona de playoffs en el Oeste. Y, sorprendentemente pese a la derrota, los Celtics también pasan a ocupar la octava plaza del Este. Todos contentos.

En la primera parte fue el equipo de Stevens el que impuso su ritmo e hizo ir a remolque a los truenos. De la mano de Tyler Zeller y un Marcus Smart que completó su mejor partido de la temporada (25 puntos con 7/12 en triples, 9 rebotes, 5 asistencias, 2 robos y 2 tapones) en su regreso a Oklahoma (pasó su etapa universitaria en Oklahoma State) los Celtics se marcharon dominando al descanso: 53-57. "Nos sacaron fuera, pero tras la renudación intenté corregir la dinámica en ambos aros", explicaría después un Westbrook que acabó firmando otra brillante hoja estadística (36 puntos, 10 asistencias, 5 rebotes y 5 robos) aunque con dos manchones: las 7 pérdidas y un pobre 8/26 en tiros.

Encontró en el turco Enes Kanter (tras la lesión de Ibaka su aportación es más vital que nunca) a su mejor socio para empezar a penalizar los 20 balones perdidos por los orgullosos verdes y tomar el mando en el marcador. Un liderato que ya no soltaron, por mucho que Bass y compañía no dieran su brazo a torcer en un partido vistoso y entretenido entre dos equipos que se juegan la vida de aquí hasta el final. Ahora, OKC debe seguir haciéndose fuerte en casa, aunque el próximo rival (los Hawks) no será una perita en dulce. Además, los de Budenholzer llegarán heridos tras la clara derrota sufrida hoy en Oakland ante los Warriors. Por su parte, los Celtics visitarán San Antonio, donde no podrán contar tampoco con Isaiah Thomas. El reto aumenta.