BALONCESTO SEVILLA 74 - MOVISTAR ESTUDIANTES 65

Balvin y Byars dan un respiro al Baloncesto Sevilla ante el Estu

El ímpetu de Rabaseda no basta a un Estudiantes sin acierto. Los 16 puntos de Woodside ejecutaron a un rival rendido que queda en tierra de nadie.

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ACB

El Movistar Estudiantes falló en demasía y posibilitó que el Baloncesto Sevilla se impusiera en San Pablo para tomar un respiro en su lucha por la permanencia. Balvin impuso su fortaleza bajo el aro y Byars lideró bajo la anarquía un partido sin brillo de ningún tipo.

El Baloncesto Sevilla confió su inicio de duelo a la dupla Woodside-Porzingis. Ambos trenzaron acciones solitarias para dar ventaja a los locales antes de que Rabaseda y Jaime Fernández tomaran los mandos de San Pablo. Sufrió el cuadro local con el atrevimiento del primero y con los puntos del segundo. Estudiantes corría y Woodside sufría. Ninguno de los contendientes tomaba ventaja y los triples de los visitantes compensaban el mejor acierto hispalense en el interior. Casimiro hizo entrar a Hernangómez a mitad de primer cuarto y chocó en un par de ocasiones con su hermano Juancho. Radicevic también entró en escena y Byars anotó un triple al borde del minuto diez para colocar un empate a 17 lleno de interrogantes.

El segundo cuarto encendió el nombre de Derrick Byars. Lideró, asistió y anotó a su antojo para destrozar a un Estudiantes que comenzó a errar sus lanzamientos de tres. Los locales los permitían, pero sólo Salgado parecía tener sus miras intactas. Un parcial 14-2 levantó de sus asientos a un San Pablo con más de 6.000 espectadores en sus gradas. Con su afición volcada, Radicevic encontró espacios, Hernangómez tapó carencias y Casimiro expuso sus bases: la intensidad defensiva es la única salvación de este Baloncesto Sevilla.

Sólo Rabaseda salvaba los muebles de Estudiantes al descanso. Los locales se acercaron a su rival en porcentajes de triples (38% contra 42%) y ellos ayudó a que un 43-34 se instalara en el marcador con Byars como figura.

La reanudación evidenció estados de ánimo. El Baloncesto Sevilla lanzó su ímpetu y Estudiantes agachó la cabeza a la espera de encontrar su momento. Nunca llegó. Byars pausó el juego en los instantes necesarios y aceleró cuando San Pablo se lo pidió. La mayor entrada de la temporada en Sevilla hizo titubear al equipo madrileño. Simpson chocó una y otra vez contra el muro sevillano, liderado por un soberbio Balvin que agarraba todos los rebotes e incentivaba la ventaja local. Nacho Martín esbozó algún amago de protagonismo que apagó cierta euforia hispalense, pero nada impidió que el tercer cuarto dibujara un 54-42 convertido en carga casi imposible para los madrileños.

No varió demasiado el último cuarto. Balvin lideró a los locales al tiempo que Nacho Martín y Aradori trataron de apaciguar las diferencias. Estudiantes se situó a nueve puntos a falta de seis minutos y Oriola quiso mantener distancias con un par de buenas acciones en ataque. Casimiro miró su reloj y Woodside dirigió con calma cada lance. Con Hernangómez sentado y Balvin luciendo su mejor versión en los locales, Estudiantes descubrió que alcanzando algún rebote y escapando de su mediocridad aparente podía aspirar a llevarse algo positivo de San Pablo. Rabaseda sumó acciones individuales y Simpson tembló desde la zona de tiros libres.

Ganó el Baloncesto Sevilla con muy poco. Ni Estudiantes entregó argumentos para competir ni alcanzó a crearlos cuando pensó que aún tenía tiempo para hacerlo. Respira San Pablo.