CAI 76-BILBAO BASKET 64

El CAI gana al Bilbao y se hace fuerte en la zona de playoffs

Tercera derrota seguida a domicilio del Bilbao, que ha cedido además los dos duelos ligueros ante los zaragozanos. La energía rojilla y Pere Tomás, decisivos.

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El CAI se ha convertido este año en la bestia negra del Bilbao Basket. Es el único que ha asaltado Miribilla, allá por noviembre, y en la devolución de visita, en el Príncipe Felipe, llevó controlada en todo momento la contienda. Se agarra a la zona playoff ahora que llega el viento definitivo que mueve el árbol y para los vizcaínos tampoco supone grandes desperfectos: la derrota del Joventut ante el Andorra le mantiene con el colchón de seguridad sobre el quinto y como favorito para la cuarta plaza. Además, el Barça le sigue invitando a pelear por la tercera.

El partido no tuvo historia: el Bilbao llegaba de perder en Sevilla y Murcia, con dudas a domicilio y volvió a enredarse, sobre todo en el tumulto ofensivo. Otra vez a tanteo corto, sin continuidad en el juego. El CAI, con una rotación aplastante de diez jugadores, encontró siempre armas para hacer daño. Sin Dejan Todorovic, sancionado, ni el lesionado Wragge y con Andjusic que ha perdido toda la confianza, el asunto quedó prácticamente en manos de cinco jugadores entre los ‘hombres de negro’. Porque Latavious no tenía su día y Borg estuvo desconectado en el cuadrante enemigo.

Excepto el 11-12, el partido fue aragonés por completo. Bertans hizo tres faltas en siete minutos y condicionó mucho. El caos presidió la primera parte, con mucha ida y vuelta. Y en ese paisaje, los pupilos de Ruiz Lorente se sintieron cómodos. En el minuto once y medio entre ambos acumulaban 0/5 en triples, el CAI, y 0/8 el Bilbao, cuando decidió embocar uno Raúl López para empatar: 15-15. Luego le imitó Hervelle. Sito Alonso decidió alinear a sus tres bases, más Mumbrú de cuatro y Latavious como único grande. Un 6-0 de los rojillos llevó al 28-20, que luego se estiró al 30-22, y eso que falló un tiro libre Pere Tomás en un 2+1.

El partido iba a ser largo y se necesitaba a todos los soldados. A Andjusic se le retiró la confianza tras un error claro. Otro tachado. Así que Mumbrú se tragó todo el segundo tiempo y acabó fundido. Al menos le dio tiempo a igualar a Banic como máximos anotadores históricos del Bilbao. Sólo nueve puntos llegaron del banquillo en todo el partido.

El tercer cuarto, el habitual amigo del Bilbao, no fue esta vez el decisivo. Se fue el tanteo a 46-37, con cuarta de Bertans y un 2+1 de Goulding. Hubo una ligera refriega en la que se vio implicado Hervelle y el Príncipe Felipe se le echó encima. El ambiente se caldeó con una técnica a Jelovac por tocar por segunda vez el balón tras cesta. El Bilbao remaba y remaba pero cuando atisbaba la orilla se ahogaba y el CAI sacaba mucho más armamento para abatir sus naves. A cada aproximación, un sablazo, como un triple de Lisch. Igual que ocurrió en Bilbao, Pere Tomás castigó a los visitantes con tres triples (los mismos que en toda la temporada) y segundas opciones. Maltrató a su maestro del Joventut, Sito Alonso, con su segundo mejor partido del año. El otro, el de la primera vuelta, claro.

La emergía era caísta. Y eso que Ruiz Lorente se equivocó poniendo una zona que bajó las pulsaciones a su equipo. Luego se repusieron: del 55-54 se saltó al 68-56, con dos triples de Sastre y Tomás. “Con dos bajas competimos durante muchos minutos. Felicito a los jugadores por mantenerse firmes hasta el final”, valoró Sito Alonso. “Lo de máximo anotador de la historia del club ahora, tras perder, no es lo importante”, andaba cabizbajo Mumbrú.