GRIZZLIES 97 - BLAZERS 86

Portland cae ante Marc y pierde a Aldridge y Batum por lesión

El mediano de los Gasol (13-9-5) contribuyó a la victoria de los Grizzlies. Cuarta derrota seguida para los Blazers. Preocupa la muñeca izquierda de LaMarcus: "Una pesadilla".

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La temporada de los Blazers puede llegar a su fin antes de lo esperado. Es cierto que jugarán los playoffs y que aún marchan en la cuarta posición del Oeste (aunque los Clippers, quintos, están a un partido de superarles), pero la lesión sufrida en la muñeca izquierda (la misma mano en cuyo pulgar padece un desgarro en el ligamento) de LaMarcus Aldridge ha encendido todas las alarmas. "Ha sido una pesadilla", comentó el ala-pívot. Pese a que las primeras pruebas descartan que tenga algo roto, el jugador destaca que el dolor es mucho mayor a cuando sufrió la primera lesión el pasado mes de enero. Entonces decidió no operarse para volver a jugar inmediatamente. Ahora, esa opción no parece posible: "No voy a apresurarme. No quiero regresar y no poder usar mi mano izquierda. Me voy a tomar mi tiempo para recuperarme". Pero, por si fuera poco para los de Oregón, Nicolas Batum tampoco disputó la segunda parte del encuentro ante los Grizzlies al agravársele los problemas que arrastra en la espalda. Conviene recordar, que los de Terry Stotts también perdieron a otro de sus titulares, Wesley Matthews. El escolta no volverá a jugar hasta la próxima temporada tras romperse el tendón de Aquiles izquierdo.

Así que con semejante panorama, lo de menos para los Blazers fue la derrota (la cuarta consecutiva) en Memphis por 97-86. Marc Gasol hizo un poco de todo (13-9-5), aunque los verdaderos artífices del triunfo de los de Tennessee fueron Jeff Green (23-9) y Mike Conley (21 y 9 asistencias). Ellos fueron los encargados de poner el sello al partido en el tercer cuarto. Un encuentro en el que ya pusieron las primeras diferencias en el marcador a lo largo del primer periodo. Y eso que por entonces, los de Oregón contaban aún con un LaMarcus que se resistía a cerder en el FedEXFroum. En los 18 minutos que pudo estar sobre el parqué demostró la enorme importancia que tiene para su equipo al acabar con 16 puntos y cinco rebotes.

Sin él, todo fue más facil para unos Grizzlies que volvieron a exhibir su mejor juego de equipo. "Todo el mundo está comprometido. Hablamos mucho más, lo que nos hace ser más agresivos en defensa", destacó el mediano de los Gasol. Esa mejoría en el aro propio a la que aludía de ha notado en tres de las cuatro últimas victorias de los de Dave Joerger: ni los Bucks, Nuggets ni Blazers han podido endosarles más de 86 puntos. Es más, únicamente Damian Lillard opuso resistencia durante la segunda mitad. El base (27 tantos y 7 asistencias) deberá multiplicar ahora sus efuerzos para dirigir la maltrecha nave de Portland. "Estamos entre la espada y la pared", reconoce.