Los Chicago Bulls vencieron esta madrugada a los Charlotte Hornets (98-86) y recibieron un triple regalo. El primero, la vuelta de Jimmy Butler después de perderse 11 encuentros por una lesión en el codo. La segunda, la clasificación matemática para los playoffs por el título. Y la tercera, la mala imagen mostrada en el último partido contra los Detroit Pistons, donde el equipo tiró por la borda 19 puntos de ventaja, queda borrada. Pero esto es la NBA y donde ayer era todo negro, hoy es de color de rosa. Una montaña rusa difícil de entender muchas veces por el aficionado europeo, por nuestro sistema de competición.

El equipo de Thibodeau saltó al United Center con la alegría de ver de nuevo a Butler en la cancha. No es para menos. Era, hasta su lesión, el mejor de la temporada en Illinois y para su vuelta, Thibs le tenía preparado un regalo muy especial: 39:30 minutos en cancha. No hay nada como mantener las costumbres. La tradición no muera en Chicago. El escolta estuvo bastante desacertado, anotó 19 puntos pero fallando 14 tiros (6/20). El frío de la vuelta. Normal tras tanto tiempo sin competir.

Aunque ese hecho da bastante igual, si tienes a dos jugadores en estado de gracia como Pau Gasol y Nikola Mirotic. Ambos estuvieron soberbios. El primero lo lleva estando todo el curso. Se volvió marcar otro doble-doble (47) gracias a sus 27 tantos y 12 rebotes, dando un respiro en los peores momentos. El internacional está cumpliendo con su parte para dejar a estos mermados y machacados Bulls en la mejor situación posible. ¿Será suficiente? Difícil saberlo cuando tienes en el horizonte a los Cavaliers de LeBron James, pero cosas más complicadas se han visto, la verdad. "Tenemos aún 10 partidos por jugar y cada uno de ellos es importante y crítico para entrar con consistencia en los playoffs", manifestó Pau tras el partido.

Mientras, Mirotic está agarrando la oportunidad de su vida con ambas manos. Poco más se puede decir de su maravilloso mes de marzo (y poco más se puede hacer). 21 puntos de media y otro encuentro para enmarcara ante los Hornets. No sólo por su cantidad de puntos (28, máximo anotador de los suyos), sino por el momento en que los anotó. 14 fueron en el último cuarto. Es el mejor jugador en ese periodo en marzo, al haber alcanzado una media de 9,5 puntos, por los 8,5 de LeBron y los 8,3 de Westbrook. El ala-pívot logró su único triple a falta de 2:33 del final del encuentro y establecía ya una renta importante de +7 (89-82), imposible de escalar por unos Hornets donde Kemba Walker fue el mejor con 29 tantos y que estuvieron muy lastrados por su eficacia en el lanzamiento (34,6% por el 45% de los Bulls). Los de Charlotte no pudieron contar en grandes tramos de la segunda parte con Al Jefferson por precaución sobre su rodilla derecha.

"Tiene confianza. Creo que sólo va a seguir mejorando porque siempre está en el gimnasio trabajando en su juego y eso se nota", señaló Butler sobre un Mirotic que puso la guinda a su partidazo con un mate sobre Jason Maxiell, que fue posterizado para la eternidad. El hispanomontenegrino no para y en la batalla ante los Raptors del miércoles (terceros en el Este) tendrá una nueva oportunidad de seguir brillando en la mejor liga de baloncesto del mundo.