El Real Madrid tenía ganas de vencer al Maccabi, el equipo que les dejó en la prórroga de la final de Milán sin la tan ansiada Novena y que hace un par de meses acabó en La Mano de Elías con la imbatibilidad de los blancos en el Top-16 de la Euroliga. Así lo reconocía el mismo Pablo Laso en la previa del encuentro disputado ayer viernes, y es que aquella derrota le hizo pasar al técnico un último verano más que inquieto. Era el partido en mayúsculas de la decimosegunda jornada de la segunda fase de la máxima competición continental, 13 Copas de Europa representadas sobre el parqué del Palacio (ya saben, ahora Barclaycard Center). Pero salvo en el segundo cuarto, el Madrid fue muy superior al actual campeón, muy dependiente de las embestidas de Pargo, Randle y Alexander. Los madridistas fueron un bloque mucho más compacto en el que la pareja interior Ayón-Reyes hizo mucho daño, Carroll ejerció de microondas como sólo él sabe y Llull dirigió con solvencia y sabiduría (9 asistencias).

CLÁSICO. Así que lograda la 'vendetta', los blancos aseguraron el factor cancha en el cruce de cuartos de final. Factor muy importante, aunque no determinante. Lo realmente vital es acabar primero de grupo. Y en ello anda un Barcelona que tras tocar fondo en Madrid lleva seis victorias consecutivas en Europa. Los de Xavi Pascual, que también tienen asegurado el factor cancha, necesitan ganar sí o sí el Clásico del próximo jueves y además hacerlo por una renta superior a 24 puntos. Sólo así se asegurarían depender de sí mismo en la última jornada. El premio, merece intentarlo: evitar al Fenerbahçe, CSKA y Olympiacos. No verles la cara a los tres ogros del grupo F hasta la Final Four de Madrid.

UNO FUERA. La victoria azulgrana en Kaunas dejó despejado el grupo E al significar la eliminación del Zalgiris. Entre Panathinaikos, Maccabi y Alba Berlín van a jugarse los dos billetes restantes para cuartos. Los alemanes, aunque con una victoria menos (6-6) ejercerán de juez puesto que se miden primero a los griegos en el Oaka y reciben a los macabeos en la última jornada. Ocurra lo que ocurra, mucho mérito de los berlineses.

BASKONIA. Mientras tanto, en el otro grupo el Unicaja y el Nizhny están ya fuera. Todas las opciones para el Laboral Kutxa, aunque podría acabar pagando su derrota en Milán ante el Armani. Los de Ibon Navarro no sólo perdieron a Davis Bertans para lo que queda de temporada, sino que resucitaron a los italianos y dejaron escapar la oportunidad de colocarse cuartos. El Baskonia tiene a favor el basket average ante los lombardos, aunque en contra respecto a los turcos. Todo puede pasar, aunque una derrota el próximo jueves en el Buesa ante el Fenerbahçe podría resultar mortal. Y digo podría porque un día después, en el Mediolanum el Milán recibirá al Efes con el cuchillo entre los dientes. Y a su vez, los tres ogros a los que citábamos antes aún deben repartirse los puestos que van del el primero al tercero. Los de Obradovic y el CSKA cuentan con un partido de ventaja (10-2) sobre los griegos, quienes visitan Moscú el viernes. ¿Duelo decisivo? Veremos.

ESTADÍSTICAS. Boban Marjanovic está dominando como el techo (221 centímetros de altura) que es. El pívot serbio está despuntando y pese a la mala marcha de su Estrella Roja se lo van a rifar este verano (el Barcelona es uno de los clubes que suena con más fuerza). En la derrota en Berlín ante el Alba logró 40 de valoración (mejor marca personal y segunda mejor en lo que llevamos de Top-16). En total firmó 27 puntos y 10 rebotes, séptimo doble-doble en los últimos ocho partidos. No está mal. Además de a Marjanovic, hay que citar los 29  tantos y 30 de valoración de un Alessandro gentile que se lleva así el MVP de la jornada. Nadie cogió más rebotes (12) que Printezis y repartió más asistencias (11) que Reggie Redding.