SUNS 97 - THUNDER 109

Westbrook brilla (33-9-7) y OKC se acerca a los playoffs

Pese a su mal día en el tiro (10/29), Russell dirigió la remontada de los Thunder para eliminar a los Suns de la batalla por el octavo puesto del Oeste. D.J. Augustin, clave.

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En el US Airways Center de Phoenix hubo dos partidos en uno. El primero duró hasta la mitad del segundo cuarto (cuando tras un tiro libre de Marcus Morris el marcador se disparó hasta el 54-34 favorable para los Suns). Justo en ese momento dio comienzo uno nuevo, en el que los Thunder destrozaron a sus rivales con un parcial de 43-75. En definitiva, victoria (97-109) para OKC que les hace acariciar los playoffs (mantienen dos partidos de ventaja sobre los Pelicans con nueve partidos por disputar para cada franquicia) y elimina definitivamente de la batalla por la octava plaza del Oeste a Phoenix. A tres partidos y medio de los de Brooks, en Arizona poco brilla ya el sol.

"Cuando se fueron de 20, teníamos que tomar una decisión: defender o irnos a casa. Fue un gran partido y lo jugamos con mentalidad de playoffs", analizó el gran protagonista del encuentro. Un Russell Westbrook (33-9-7) que tuvo problemas para ver el aro durante toda la noche (10/29 en tiros de campo), pero que fue quien sustentó a los suyos cuando hacían aguas en defensa, inició la remontada con 15 puntos consecutivos antes del descanso y supo dar un paso atrás en el último cuarto para que fuera un gran D.J. Augustin (13 tantos en dicho periodo) quien liquidara el duelo. No está mal sumar socios e involucrar al resto del equipo. Hacer que se sientan importantes. Sobre todo si cuentas con la losa de quedarte sin Kevin Durant hasta el curso que viene (y aún esperando a Ibaka). Así que resulta primordial hacer piña, salir más unido. Ayer fue un buen ejemplo de por donde tienen que ir los tiros: excluyendo a Russ, otros cinco compañeros (a destacar Steven Adams: 13-16) anotaron en dobles figuras.

Por su parte, tras tirar un partido que tenían dominado, en los Suns abundan las caras largas. "Es una derrota dura", acertó a decir un Markieff Morris que junto a su hermano Marcus fue el mejor en los de Jeff Hornacek. El técnico se resiste a tirar la toalla, pero sabe que sus opciones son mínimas. "Es un partido a vida o muerte", decía antes del duelo. Y tocó muerte.