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La ley antigay de Indiana salpica la final de la NCAA

Charles Barkley declaró que el evento debería cambiar de sede. Dicha ley permite la discriminación por motivos de orientación sexual.

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La ley antigay de Indiana salpica la final de la NCAA
AFP

El Lucas Oil Stadium, feudo de los Indianapolis Colts de la NFL, acogerá desde este sábado la Final Four de la NCAA. Sus 70.000 asientos recibirán a aficionados de las universidades de Kentucky, Duke, Wisconsin y Michigan State en un fin de semana que pretendía ser una fiesta del baloncesto y que se ha convertido en el ojo del huracán político y social por una polémica ley promulgada en el estado de Indiana. Dicha Ley de Libertad Religiosa, como ha sido recogida, permite a las empresas discriminar a las personas por su condición sexual y ha recibido numerosas críticas por parte de personalidades norteamericanas, desde políticos a famosos, pasando, por supuesto, por jugadores y exjugadores de la NBA.

Participantes en la Final Four

KENTUCKY: Los Wildcats llegan imbatidos (38-0) a Indianápolis. Su pareja de interiores, Cauley-Stein y Towns son dos de los mejores jugadores del próximo draft de la NBA y su técnico, John Calipari, ya es una leyenda de los banquillos universitarios. Ha llegado a cinco Final Four con tres equipos distintos.

DUKE: Mike Krzyzewski, que también es seleccionador de EE UU, cumplió este año 35 temporadas al frente de Duke, una universidad a la que ha situado en lo más alto: 4 títulos, 12 Final Four con la de ahora... y entrenando a Jahlil Okafor, el que para muchos es el próximo número 1 del draft.

WISCONSIN: Son un clásico en el March Madness (16 seguidos) y tienen como estrellas a dos jugadores blancos, Frank Kaminsky y Sam Dekker. Los de Bo Ryan se enfrentarán en la misma ronda (semifinales) al rival que les apeó (74-73) en la Final Four del año pasado: Kentucky.

MICHIGAN STATE: La universidad que vio nacer a Magic Johnson es una de las más queridas. Su técnico, Tom Izzo, es uno de los más respetados por lograr el máximo sin los mejores jugadores de la Liga. Esta temporada han eliminado al 2º, 3º y 4º favoritos de su cuadro y vuelven a la Final Four cuatro años después.

Charles Barkley, por ejemplo, declaró que “si van a tener esa legislación la Final Four no debería disputarse en Indiana”. Reggie Miller, estrella de los Pacers durante la década de los 90, se mostró “absolutamente en contra” de esta ley antigay, mientras que la NBA emitió un comunicado asegurando que trabajarán “para que todo el mundo se sienta bienvenido” en sus eventos.

La NCAA, organización clave en este asunto y cuya sede oficial está en Indianápolis desde 1999, anunció a través de Mark Emmert, su presidente, que examinarán “las implicaciones de la norma y cómo puede afectar a eventos futuros”. La NCAA tiene firmado, por los próximos 14 años y sólo para la Final Four, un contrato televisivo valorado en más de 10.000 millones de dólares. La Liga fue noticia el curso pasado cuando Derrick Gordon (Massachusetts), se convirtió en el primer jugador abiertamente homosexual en jugar en ella. “No podían haberme apoyado más”, dijo entonces.

Otros casos

2010: El estado de Arizona aprobó una estricta ley contra la inmigración ilegal y los Phoenix Suns vistieron ‘Los Suns’ en su camiseta a modo de protesta.

2014: Donald Sterling, dueño de los Clippers, y Danny Ferry, mánager general de los Hawks, hicieron sendos comentarios racistas. El primero fue suspendido de por vida y el segundo dejó su puesto.