CLIPPERS 106-WARRIORS 110

Los Warriors se dan un gustazo

Los Warriors llegaron a perder por 17 en el segundo cuarto pero acabaron siendo mejores que unos Clippers que están 19-21 entre equipos por encima del 50% de victorias.

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Los Warriors son el mejor equipo de la NBA y están firmando una de las mejores Regular Season de todos los tiempos. En el Staples se dieron el capricho de frustrar a los Clippers, sin Draymond Green y sin jugarse nada ante un rival que sí está metido en un berenjenal clasificatorio importante. Y con el toque de sadismo de quien sólo se exprime lo justo y remonta como quien silba un partido en el que perdía por 17 (44-27) a cinco minutos del descanso. Los Warriors tienen el mejor ataque y la mejor defensa de la NBA, un diferencial de puntos histórico y los mejores récords tanto en su pista (34-2) como fuera (27-11). En total, 61-13 y muchos partidos de ensayo antes de desembarcar en unos playoffs en los que serán favoritos se ponga como se ponga todo el mundo… que no se llame San Antonio Spurs. Kerr ha elegido no dar descansos completos que afecten al ritmo de un equipo que funciona ahora mismo como la mejor tecnología japonesa: 82% de victorias antes del All Star, 82% de victorias después del All Star. No hay que olvidar que en más de la mitad de sus partidos le han sobrado más de la mitad de los minutos y que Stephen Curry huele a MVP sin apenas necesidad de forzar la máquina en los últimos cuartos. O precisamente por eso. En cambio, Kerr ajusta la rotación para ese formato playoffs en el que menos jugadores juegan más. Y se permite exhibir su profundidad selvática: sin Green, Lee termina con 17 puntos y 7 rebotes para un equipo que tiene mil caras, todo tipo de roles y de perfiles. Con quintetos altos, pequeños, buenos defensores en todas las posiciones y mil ajustes posibles. Una navaja suiza supersónica a la que no hay quien pille en un mismatch.

El partido, en contexto, tenía miga: cuando los Lakers entregaron el trono del Pacífico parecía que se abría una puerta para que acabaran unas cuantas de las muchas maldiciones de los Clippers. Pero los Warriors se la están cerrando en las narices con cuentas pendientes desde el tremendo 4-3 para los angelinos de la primera ronda de 2014. Una polémica serie jugada en el alambre que abrió algunas heridas y desde luego una rivalidad de categoría. Antes del partido, Draymond Green (con molestias en una pierna) dijo que no jugaba porque tenía “Blake-itis”. Y Doc Rivers que quizá Kerr reservaba a su kryptonita para tener coartada si perdía y los Clippers le igualaban la serie de duelos de la temporada (2-2). Kerr contestó que podía ser eso… o que tiene tanta ventaja sobre todos los demás que puede gestionar a su equipo básicamente como le venga en gana. Y el caso es que los Warriors remontaron 17 puntos, ganaron, dejaron 3-1 la serie ante los Clippers y dieron una aterradora sensación de superioridad cuando se pusieron las pilas en el último cuarto: 18-28 de parcial ante un rival que anotó una canasta en juego en 11 minutos y que queda, a pesar de llegar a este partido con siete victorias seguidas, en 49-26, ahora quinto pero con los Spurs literalmente encima (48-26). Y con back to back en Portland (48-25), donde llegará esta noche con los titulares cansados. Sin Crawford, la producción del banquillo es tan ridícula (12 puntos entre Rivers y Turkoglu) que Doc Rivers tuvo que poner a sus titulares 39, 41, 39, 42 y 38 minutos. Y casi once seguidos de último cuarto porque en menos de dos minutos con la segunda unidad le cayó un 0-9 (88-91).

Los Clippers han ganado 49 partidos pero están 30-5 en duelos ante rivales por debajo del 50% de victorias… y 19-21 ya en el cara a cara contra los que han ganado la mitad de sus partidos. Un nubarrón negro de cara a los playoffs. Cuando mandaron en el primer tiempo lo hicieron gracias a Griffin, que sin esa montaña móvil que es Green cerca, se liberó y terminó con 40 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias. Anotó 12 de sus primeros 13 tiros en la zona y llevaba 34 puntos antes de un último cuarto al que llegó agotado. Chris Paul anotó 27 puntos, dio 9 asistencias y se hartó a perseguir (y agarrar…) a Curry en ese último parcial en el que sin embargo falló algunos tiros decisivos y perdió un balón tonto tras tiempo muerto y con 104-108. El tiro en el pie de unos Clippers que terminaron empequeñecidos por un rival con un millón de armas: Curry, que está en un 62% en triples en los últimos 6 partidos, anotó poco al final pero terminó con 27 puntos. Klay Thompson llevaba 3 puntos con un 1/8 al descanso y acabó con 25 y 8/21. Y Bogut le dio un curso de DeAndre Jordan sobre IQ: cómo ser un pívot decisivo en todas esas cosas que no salen en las estadísticas… y en algunas que sí. En definitiva, en el Staples perdió el que más lo necesitaba y más se empeñó durante muchos minutos. Y ganó el mejor. De este partido, de esta jornada y de toda la Regular Season. De largo.