Estos Knicks ya tienen el dudoso honor de ser los peores en la historia de la franquicia neoyorkina. Por primera vez han alcanzado la barrera de las 60 derrotas (a falta de siete partidos llevan un balance de 14-61) y, a pesar de ser la peor franquicia de toda la Liga, Phil Jackson cree que esto podría volverse favorable en el futuro. Exactamente, el 25 de junio cuando se celebre el draft de este año. “Esta temporada podría convertirse en un regalo del cielo”, dice el ex de los Lakers, que añade: “Una buena selección o un buen acuerdo puede levantar todo el proyecto y esta es nuestra oportunidad”.

Los Knicks tienen muchas papeletas de elegir primeros (si terminan con el peor balance, al menos, se aseguran hacerlo entre los cuatro primeros) y eso es un motivo de optimismo para Phil Jackson que, tras el arranque horrible de los Knicks (24 derrotas en los 29 primeros partidos), se despidió de los playoffs, el objetivo con el que había comenzado la temporada. Para el próximo curso sólo tienen contrato Carmelo Anthony, José Manuel Calderón, Tim Hardaway Jr. y Cleanthony Early. De ahí que quieran rascar algo bueno en el sorteo del 28 de junio, donde Phil Jackson dejó entrever que irán a por un pívot. Los candidatos son Jahlil Okafor (Duke) y Karl-Anthony Towns (Kentucky). “Será interesante ver qué pasa en la Final Four”, dice el presidente de la franquicia, sobre la cita de Indianápolis.

Se espera que este verano los Knicks cuenten un margen de unos 25 millones para intentar cazar en el mercados agentes libres. “Tenemos un enfoque distinto al de otros años, porque no vamos a ir a por grandes nombres, sino a por jugadores que encajen en el sistema y en el estilo que tenemos”, dice Steve Mills, general manager de los Knicks. Podríamos intentarlo con algún jugador de renombre, pero no vamos a perseguir un sueño disparatado”, añade Jackson.