BULLS 88-PISTONS 82

Pau Gasol, revancha ante los Pistons y 50 'dobles-dobles'

El internacional español fue autor de 26 puntos y 10 rebotes. Los Bulls se vengaron de Detroit tras la mala imagen del último partido entre ambos. Mirotic, 11 tantos.

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Pau Gasol dio otro paso más para ser parte de la historia de los Chicago Bulls en la victoria ante los Detroit Pistons (88-82). El internacional español, rejuvenecido y clave en este equipo, fue autor de 26 puntos y 10 rebotes, lo que significó alcanzar su 50 doble-doble de la temporada (51 si sumamos el del All Star Game de Nueva York). Hazaña espectacular, pues no se llegaba al medio centenar en Illinois desde que Charles Oakley lo consiguiera en la campaña 1986-87. El exjugador acabaría el curso con 53. A Pau aún le restan seis encuentros de Liga Regular. ¿Lo superará? Todo parece indicar que sí. Lo contrario sería sorprendente.

Pero no toda la importancia del ala-pívot fue en lo estadístico. Su determinación y sangre fría, junto a la de Aaron Brooks, en los instantes finales fue clave para llevarse un triunfo con aroma a venganza, a redención, ya que la última vez que ambos equipos se enfrentaron, los de Thibodeau salieron escaldados, dando una imagen de equipo pequeño y frágil pues tras dominar por 53-72, los de Illinois encajaron un sonrojante parcial de 54-19 ante un equipo que en esos momentos había perdido 11 de los últimos 12 partidos. Algo inaceptable para una aspirante al anillo. En el United Center se clamaba vendetta.

Y esa claridad de pensamiento se demostró lucida hasta el descanso, gracias a un segundo cuarto brillante que dejó a los Pistons en sólo 9 puntos, llevando la renta a un +12 (47-35). Pero los locales se empeñaron en dilapidarla con un tercer periodo mediocre: parcial de 12-24 y empate (59-59) antes del último round. Todo se dejó, una vez más, en el aire. Visto los precedentes, la idea de una victoria de los Pistons por el agotamiento del rival no era descabellada, pero hubo un clic en los Bulls, una estabilidad mental que les impidió perder la cabeza y venirse abajo. Es decir, lo contrario de la última vez.

Los dos últimos minutos fueron un ejemplo de ello y, también, de la sana locura de Aaron Brooks, un base especial, cuyos arranques eléctricos hacen de él alguien muy divertido de ver. Desde el minuto dos al uno, sus peripecias y tiros imposibles abrieron una pequeña brecha para los Bulls (83-78). Primero fue un triple sin tiempo y sin posibilidades; y segundo, una penetración con rectificado increíble.

Pero como todo debe ser difícil para Chicago, Drummond le pintó la cara a Pau en las siguientes jugadas para volver a comprimir el partido (83-82). El ala-pívot hizo cuatro tantos seguidos, los dos últimos tras taponar a Gasol y ganar en el duelo particular entre ambos en la canasta contraria. El de los Pistons acabó con 14 tantos y 22 rebotes. Nada mal para un hombre que se ha convertido en el primero en la historia de la franquicia de la MoTown en llegar a los 1.000 puntos, 1.000 rebotes y 100 tapones en dos temporadas consecutivas.

En la siguiente jugada llegó la redención para Gasol. Taj Gibson lanzó y falló, pero el ex de los Lakers supo ganar, ahora sí, el enfrentamiento a Drummond. Capturó el rebote y machacó con 5,7 segundos para acabar, consiguiendo además un tiro adicional que no falló. "Sólo trataba de compensar dos malas jugadas", manifestó el de Sant Boi, que no tuvo la ayuda habitual de Nikola Mirotic, pues el rookie del mes de marzo hizo sólo 11 puntos y 6 rebotes, pero fue el mejor en el más/menos de Chicago con un +18.

Desde ahí (86-82) hasta el final (88-82), los Bulls tuvieron paz interior. Habían remediado el mal hecho hace unos días y recuperaban la tercer plaza en el Este tras la derrota de los Raptors. Un partido menos, una victoria más y los playoffs cada vez más cerca.