"Ahora estamos centrados", reconoció Glen Doc Rivers tras el paseo de sus Clippers en Denver (92-107). Buena prueba de ellos son las nueve victorias que suman en los diez últimos partidos (solo han perdido ante los intratables Warriors). Una vez recuperado Blake Griffin, los angelinos llegan a la parte decisiva de la temporada como un tiro. Tanto es así que podrían arrebatarles a los Grizzlies (aún deben jugar un partido más contra ellos) una de las cuatro primeras plazas de un Oeste que se está apretando al máximo entre el segundo y el sexto: apenas hay dos partidos de diferecia entre los Rockets y los Spurs.

Como viene ocurriendo a lo largo de toda la temporada, el punto débil de los Clippers está en el banquillo. Sin el lesionado Jamal Crawford (tras más de un mes lesionado por unos probelmas musculares podría regresar esta semana que ahora empieza), el resto de hombres de banquillo no aporta (o por lo menos está muy lejos) lo que acostumbran a hacer los titulares. Y ese es uno de los puntos fuertes de los de LA. Esta amdurgada lo volvieron a demostrar ante unos Nuggets en los que sólo Wilson Chandler (17) puso algo de resistencia. Al ritmo de Chris Paul (23-9) y con los puntos de un inspirado J.J. Redick (25 tantos), los visitantes vivieron una jornda plácida en medio de las Montañas Rocosas.