Isaiah Thomas jugó un partidazo en el Palace de Auburn Hills para eliminar matemáticamente a los Pistons de los playoffs y colocar a su vez a los Celtics en la séptima posición de la Conferencia Este. En el triunfo de los orgullosos verdes en Detroit (103-113), el base se fue hasta los 34 puntos (su mejor marca del curso) en poco menos de 30 minutos de juego. Estuvo bien acompañado por los también suplentes Jae Crowder y Kelly Olynyk, quienes junto a Brandon Bass, mantuvieron a raya a los de de Stan Van Gundy. Pese a un destacado último cuarto de un imparable Andre Drummond (22-14) y a los 21 tantos y 15 asistencias (además de siete pérdidas) de Reggie Jackson, los de la 'Motown' no pudieron hacer nada para frenar a unos Celtics que suman su quinta victoria consecutiva a domicilio.

Pero tras el encuentro, todos señalaron a un mismo protagonista: Isaih Thomas. "Estuvo genial, es un jugador muy habilidoso", destacó Brad Stevens, técnico de Boston. "No pudimos frenarle", reconoció Van Gundy, su homólogo en unos Pistons cuya buena noticia fue el regreso de Greg Monroe tras perderse los anteriores 11 partidos por lesión.

Ahora, con este triunfo, a los de Massachusetts les quedan cuatro partidos (dos con Cleveland, uno con Torontio y otro ante los Bucks) para acabar la liga regular. No deben bajar el ritmo, ya que pese a aascender a la séptima posición, tienen a Brooklyn, Miami e Indiana pisándoles los talones. Es más, y aunque resulte una quimera, si ganan estos cuatro duelos que les restan podrían incluso aspirar al sexto puesto de Milwaukee (el cual evitaría a los Hawks y Cavaliers en primera ronda de playoffs). Pero esa sería otra historia. Toca ir paso a paso. Conviene ser cautos.