El Herbalife Gran Canaria sumó una victoria imprescindible para acercarse a la fase final por el título a costa de un Montakit Fuenlabrada que no tuvo opciones reales en ningún momento y ve un poco más lejos la salvación (65-76).

Los de Aíto García Reneses lograron la decimoquinta victoria y empataron a triunfos con el octavo, el CAI Zaragoza, tras ganar sin apenas notar el desgaste de la clasificación a la final de la Eurocopa; mientras que el debut de Jesús Sala no tuvo efectos en la lucha por sumar victorias que alejen a los fuenlabreños de la última posición, aunque la distancia sigue siendo de dos triunfos con Sevilla y Manresa.

En un duelo clave para ambos equipos, el Gran Canaria salió más despierto y enchufado, ante un Fuenlabrada al que le costó un 0-7 entrar al encuentro (cinco puntos de Ian O'Leary y una canasta de Tomás Bellas).

La reacción local vino de la mano del pívot senegalés Moussa Diagne, que encadenó dos alley-oops para llevar a los suyos al 9-10 (min. 5), aunque el Gran Canaria siguió mandando gracias a las canastas de Levon Kendall y Kyle Kuric, con un Fuenlabrada que no acababa de encontrar aro, de manera que los de Aíto García Reneses concluían el primer cuarto por delante en el marcador (13-18).

El Fuenlabrada, en plena recomposición tras la salida del técnico Hugo López y el escolta estadounidense Steve Burtt, presentó cambios tanto de salida (con Diagne y Miso titulares) como en las rotaciones, con el base catalán Dani Pérez volviendo a tener protagonismo después de cinco partidos inadvertido, en un sistema de dos bases junto al norteamericano Josh Mayo, que buscaba más opciones en ataque pero que hizo sufrir a los naranjas en defensa ante la efectividad de Kuric y el desparpajo de Albert Oliver, que ponían a los suyos once puntos arriba (19-30, min. 14).

Tras el buen hacer amarillo y con el quinteto titular local en pista, el Fuenlabrada comenzó a sumar desde la línea de tiros libres (14 aciertos de 16 lanzamientos en este cuarto) y se acercó hasta el 30-32 (min. 18), que terminó en un 32-36 al descanso.

Al regreso de los vestuarios, los tiradores amarillos afinaban el fusil y encontraban posiciones para encadenar triples prácticamente consecutivos de Brad Newley, Kuric y Oliver (36-45, min. 23).

Contestaba Panko con otro lanzamiento de tres puntos y los locales llegaban a las puertas de la remontada con otro triple, esta vez de Dani Pérez (46-47, min. 26).

El Gran Canaria, que había aguantado una buena defensa local, se agarró a los tiros libres de Txemi Urtasun y Oriol Paulí, además de un gran Tomás Bellas, que rompió la defensa fuenlabreña una y otra vez, para consolidar un parcial 0-8 y terminar el tercer periodo con ventaja (48-55).

Tirando más de actitud que de calidad, el Fuenlabrada volvió a acercarse en el marcador con canastas de Panko y un triple del serbio Branko Cvetkovic; pero el Gran Canaria daba la sensación de tener el partido controlado y la capacidad de anotar puntos psicológicos que anulaban cualquier buen parcial madrileño.

Así fue con un triple de Albert Oliver (máximo anotador de su equipo al final con 16 puntos), que ponía el 53-61 a falta de menos de cinco minutos y casi sentenciaba el duelo.

Para colmo de males de los locales, el base Dani Pérez terminaba lesionado en el tobillo izquierdo en un choque con Urtasun y el Fuenlabrada daba la sensación de no tener nada más que ofrecer ni en defensa ni en ataque, jugando con resignación aunque la diferencia no superara los diez puntos; de manera que los dos últimos minutos fueron apenas un trámite para certificar la victoria amarilla.

La despedida fue triste para los locales, con pitos de la afición y cánticos casi unánimes en contra de la directiva; mientras que los grancanarios demostraron que las alegrías de la Eurocopa no les habían despistado y siguen vivos en la lucha por los puestos que dan acceso a jugar las eliminatorias por el título liguero.