Indiana y Oklahoma City afrontaban una final. Ambos necesitaban ganar para seguir con opciones de disputar los playoffs. Fue un partido intenso, jugado al límite y que se acabaron llevando los Pacers (116-104). El juego de equipo de los locales pudo con un Russell Westbrook que llevó sobre sus hombros todo el peso de los Thunder. Y es que no cabe duda, el base fue el gran protagonista del partido. No se escondió y acabó firmando la friolera de 54 puntos (su mejor marca de siempre, la tercera más alta del curso y que le sirve para igular la anotación más alta en la carrera de Kevin Durant), 9 rebotes y 8 asistencias, pero para ello tuvo que pecar de individualismo: su 21/43 en tiros de campo le delata (entre el resto de sus compañeros lanzaron 52 veces a canasta). "Si va a asumir tantos lanzamientos, va a anotar mucho, pero nadie más va a poder entrar en ritmo", destacó Frank Vogel, el técnico rival.

Por su parte, Russ demostró que le da igual lo que digan los críticos (que curiosamente ahora serán muchos más que los que pedían hace menos de un mes el MVP para él). "Si te digo la verdad, me importa una mierda lo que piensen la gente. Cada noche salto a la cancha y compito más duro que cualquiera en esta liga. Estoy orgulloso de que mis compañeros no tengan ningún problema con ello y yo también estoy bien", manifestó. Sincero y directo, así es Westbrook, como su estilo de juego. Cada uno puede tener su opinión, pero lo que es casi seguro es que sin él (y con Durant fuera o renqueante durante todo el curso), OKC estaría en estos momentos matemáticamente fuera de los playoffs en una Confrencia tan salavaje y complicada como es la del Oeste.

Completó un primer cuarto primoroso en el que se fue hasta los 22 tantos y 4 asistencias, o lo que es lo mismo, participó en 30 de los 32 puntos de su equipo. Y cuando los Pacers amenazaban con romper el duelo a poco más de cuatro minutos para el final (102-91), se encargó de devolverle la vida a su equipo con un parcial de 0-8 en apenas un minuto. Fue en un visto y no visto. Probablemente sea el jugador más atlético de toda la NBA. Siguió tirando del carro, pero enfrente tuvo a un equipo que se encontró con el desastroso 11/28 en tiros libres de los visitantes. Y finalmente, por mucho que seas el mejor, el baloncesto es un juego de cinco contra cinco. C.J. Miles (partidazo el suyo con 30 tantos y 10 rebotes) fue quien se encargó de decidir el duelo con un triple ya dentro del último minuto. Un bofetazo para los Thunder que dolió algo menos cuando conocieron el favor que les hicieron los Rockets al doblegar a los Pelicans. Las cuentas son sencillas para los de Scott Brooks, únicamente deben ganar un partido más que los de New Orleans. Lo malo es que sólo quedan dos y que no dependen de sí mismos (al final, aquel estratosférico triple de Anthony Davis va a acabar valiendo un billete para la postemporada).

Pero lo que es peor aún, Russell Westbrook podría perderse el partido de esta noche en casa ante los Blazers. ¿El motivo? La técnica que vio tras protestar en el último cuarto una falta que cometió en ataque sobre Scola. Normalmente no pasaría nada, pero al ser la decimosexta que le señalan en lo que va de curso, las normas de la NBA son muy claras: jugador que alcanza esta cifra, jugador que es suspendido con un partido. "Éstaba al corriente", dijo Scott Brooks. Algo que todos pensamos al ver la reacción del base nada más ver el gesto del árbitro. Sin embargo, dado que no se trató de una reacción desproporcionada, en OKC esperan que la Liga se la retire (algo que ya sucedió el mes pasado cuando recibió un castigo de este mismo tipo durante un partido en Phoenix). "No depende de mí, pero estoy bastante seguro de que se la quitarán", añadió un esperanzado Brooks.

Y tras uno de los encuentros (sino el que más) más alocados del año de psiquiátrico que están viviendo los truenos, en Indianápolis respiran aliviados. No sólo pudieron comprobar cómo Paul George está físicamente recuperado con el mate marca de la casa que nos regaló, sino que dieron caza a los Nets tras su derrota en Milwaukee. Los Pacers, siguen novenos, pero su quinto triunfo consecutivo les permite seguir soñando con unos playoffs que ya acarician pese a la dificultad de sus dos duelos restantes. Quedan tres noches de competición para conocer el desenlace. Aviso, conviene no perdérselo.

Calendario.

Lo que les queda a los Thunder: Portland (en casa) y Minnesota (fuera)

Lo que les queda a los Pacers: Washington (fuera) y Mmephis (casa)