"¿Qué pone en mi gorra?", contestaba Russell Westbrook a un periodista que le preguntaba si iba a ser fan de los Spurs el miércoles por la noche. "No voy a ser un fan de los Spurs", sentenciaba. Respuesta de cara a la galería o declaración de intenciones de alguien que no se casa con nadie, pero que al final necesita la ayuda de los texanos para estar en Playoffs. "Russ ha dicho que no va a ser un fan, pero yo sí. Nunca he jugado Playoffs y espero que ganen", señalaba Waiters.

El contexto. Pelicans y Thunder llegan a su último partido de la temporada regular empatados a victorias y derrotas. A New Orleans este empate le coloca por delante, porque venció a OKC en tres de sus cuatro enfrentamientos este curso, pero necesita ganar a San Antonio en casa para mantener la octava plaza. Ya lo ha hecho en dos de sus tres enfrentamientos esta campaña. La teoría es muy sencilla, la práctica no tanto.

Oklahoma, mientras, se las verá con unos Timberwolves a los que ha ganado en sus tres duelos este año y que desde el parón por el All-Star es el peor equipo de la Liga: 5 triunfos y 23 derrotas, 11 en los últimos 11 encuentros. Parece una victoria sencilla.

Los Thunder llegan con vida al último día de la temporara regular porque Portland pasó por el Chesapeake Arena sin LaMarcus Aldridge, porque la NBA anuló la 16ª técnica de Westbrook y porque el base no estuvo sólo, como contra Indiana. Sus 36 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias tuvieron la compañía de los 27 tantos y 13 rebotes de Enes Kanter. Waiters anotó 13, pero se fue hasta un horrible 4 de 21 en tiros de campo. Oklahoma sigue echando de menos la aportación de su banquillo, donde sólo Anthony Morrow parece estar cómodo. El alero anotó 11 y dejó un par de triples, pero ni Kyle Singler ni DJ Augustin (1 de 5 en tiros ambos) produjeron.

En Portland, malas noticias. Más allá de los dos encuentros que lleva sin jugar Aldridge (podría tener minutos el miércoles), Batum y McCollum tuvieron que retirarse lesionados. El francés se lastimó la rodilla y las pruebas han descartado lesión de ligamento, pero preocupa que sea un esguince. El base, por su parte, se torció el tobillo.

Damian Lillard, que sólo logró diez puntos, se convierte en el segundo jugador en la historia de los Blazers en conseguir más de 1.700 puntos y más de 500 asistencias en una temporada, después de Clyde Drexler.