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Los Warriors, entre los mejores equipos de todos los tiempos

La temporada de los de Oakland, entre las diez mejores de siempre en cuanto a números de Regular Season: 81% de victorias, +10,1 de diferencia de puntos, 39-2 en su pista...

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Sin nada en juego, los Warriors ganaron a los Nuggets en un choque que estaba empatado a 124 con dos minutos por jugar y antes de cinco puntos seguidos de Speights, que decidió el partido y apuró sus (no muy claras) opciones de ser Mejor Sexto Hombre. Que estaba empatado porque los Warriors se lo tomaron con calma: ningún titular jugó más de 20 minutos y los cinco fantásticos (Curry, Thompson, Barnes, Green y Bogut) vieron desde el banquillo como los suplentes (sin David Lee) manejaban la situación un rival que termina el año en 30-52… y lleno de dudas. Antes, Curry había firmado 10 puntos, 7 asistencias y 5 robos en 19 minutos, Barnes 12 y 5 rebotes en 17… y Klay Thompson, irresistible otra vez, 25 puntos en 16 minutos (5/7 en triples). Una de esas pequeñas hazañas que se han convertido en rutina para un equipo descomunal que cierra una Regular Season histórica. Veamos:

Los Warriors terminan el año en 67-15, con la mejor ganancia de victorias que jamás ha tenido un equipo que partía con más de 50 del año anterior (16 desde su anterior 51-31. La anterior marca estaba en 13). Desde luego es su mejor temporada de siempre y le deja con un porcentaje del 81% de victorias a la altura de la sexta mejor Regular Season jamás jugada. Estos son los únicos equipos mejores antes de jugar playoffs.

1.Bulls de la 1995-96: 72-10 (87%)

2. Lakers 71-72: 69-13 (84%)

3. Bulls 96-97: 69-13 (84%)

4. Sixers 66-67: 68-13 (84%)

5. Celtics 72-73: 68-14 (82%

Después de estos cinco, los Warriors igualan 67-15 y 81% de victorias con los Celtics de la 1985-86, los Bulls 91-92, los Lakers 99-2000 y los Mavericks 2006-07. Más: terminan con un diferencial de puntos de +10,1 (+828 total). Es el octavo mejor de siempre. Y los anteriores que lo alcanzaron, fueron siempre campeones salvo en el caso de los Bucks 1971-72. Pero incluso entonces ganaron el anillo los Lakers, otro equipo que superó esa barrera del +10. El precedente más cercano son los Celtics 2007-08 (+10,2) y los Bulls del 72-10, por ejemplo, se fueron hasta un +12,2, tercera marca histórica por detrás de esos Lakers 71-72 y los Bucks 70-71, ambos en el mismo +12,2 pero unas centésimas por delante del equipo de Phil Jackson y Michael Jordan.

¿Más? Mucho más: los Warriors tendrán ventaja de campo en cualquier serie de playoffs, claro, y eso significa que les valdría con ganar todos los partidos en ese Oracle Arena en el que han terminado la temporada con un balance de 39-2. Y después de 18 triunfos seguidos. Sus dos derrotas, el 7 de noviembre contra los Spurs y el 27 de enero contra los Bulls, tras prórroga. Es decir, un partido perdido en su pista en lo que va de 2015. Y más, mucho más: los Warriors son primeros de la NBA en anotación (110 puntos por partido), por supuesto en el +/- (ese +10,1), en porcentaje de tiro (47,8%), en porcentaje de triples (39,8%) y en asistencias (27,4). Son segundo en eficiencia ofensiva por una décima (109,7 por el 109,8 de los Clippers) y líderes en eficiencia defensiva (98,2 por el 99,3 del segundo, Milwaukee Bucks).

Esta es, en definitiva, una historia de dominación. El vendaval warrior ha permitido a Steve Kerr (entrenador rookie con más victorias de la historia) dar minutos a sus jugadores hasta el último partido porque en infinidad de ellos los titulares han visto los últimos cuartos en el banquillo, relajados y entre risas. Stephen Curry ha anotado 286 triples y ha pulverizado una marca que ya era suya (en los tres últimos años: 272, 261, 286). Klay Thompson ha metido 239. Así que los Splash Brothers se han ido a un total de 525. Bogut llega sano a playoffs (asunto crucial) y Draymond Green es casi tan aspirante a Jugador Más Mejorado como a Mejor Defensor, premio que parece tener muy, muy a tiro. Los Warriors han jugado un baloncesto pluscuamperfecto y llegan a los playoffs como favorito número 1 al anillo. Es la hora de la verdad pero, pase lo que pase, nadie olvidará jamás esta temporada, uno de los trances de baloncesto más hermosos, por poesía y pegada, que ha visto la NBA en toda su historia.