Los Grizzlies han empezado a todo gas en estos Playoffs, el formato con el que tanto disfrutan y hacen disfrutar. No llegaban en las mejores condiciones ni con las mejores sensaciones, como los Blazers, pero a las primeras de cambio han dado un golpe de autoridad importante con su arma habitual, el dúo letal que forman Zach Randolph (16 puntos y 11 rebotes) y Marc Gasol (15 ,11, 7 asistencias y 3 tapones), y la inesperada aportación estelar de Beno Udrih. El esloveno, con 20 tantos, 7 capturas y 7 pases de canasta, dio muy buenos minutos de refresco al base titular, un Mike Conley que no estuvo nada mal pese a jugar con muchas molestias en el pie derecho. En Portland, horrible en los lanzamientos (33,7%), solo brilló LaMarcus Aldridge (32 tantos y 14 rechaces) y Damian Lillard (5/21) tuvo una noche para olvidar.

Memphis arrancó a tope: 6-0 y 10-2 con cinco puntos de Marc en un primer cuarto lleno de fallos cerca del aro por parte de los dos equipos. Como se esperaba, saltaron chispas en ambas zonas, preocupado Terry Stotts por incomodar a la pareja interior Gasol-Randolph. Al español no lo paró Robin López, y sí le molestó más Chris Kaman. Aldridge recibió lo suyo y se ganó una técnica por protestar ante tanto palo. Lo dicho.

Y cuando parecía que los Blazers podrían equilibrar las cosas, surgió un invitado inesperado: Udrih. El impacto del esloveno del equipo de Tennessee fue brutal, con 6 lanzamientos sin fallo (incluido un triple), rebotes, asistencias… Al frente de la segunda unidad llevó a su equipo hasta una ventaja de 18 (38-20, minuto 17). Se sentó con 13 puntos y acortó Portland gracias a su buena defensa interior. Pero Conley, pese a jugar con el pie derecho inflamado, dio un buen relevo a Udrih, Marc empezó a carburar en serio (canastón con reverso y dos más uno) y Courtney Lee afinó la puntería. Así, Memphis alargó su ventaja hasta los 21 y se fue 19 arriba al descanso: 58-39.

El equipo de Oregón entró a la continuación con un paupérrimo 16/50 en tiros de campo (1/10 en triples) y aún lo empeoró. Pese a una cierta relajación en la lucha por los rebotes que enfadó a Marc, los Grizzlies, atentos atrás (a 17 minutos de la conclusión sólo habían concedido 48 puntos), mantuvieron la distancia en torno a los 20-25. Para desgracia de los Blazers, el dúo Marc-Zach sacó a relucir su inteligencia para impedir cualquier atisbo de reacción visitante. Y volvió Udrih al partido tan bien como se había sentado: un par de bandejas, buena dirección… clase. Enfrente, sólo LaMarcus daba la cara y muy bien, pero no era suficiente y al último periodo se llegaba con un aplastante 86-62.

Quedaban 12 minutos que hubieran sobrado de no ser por el placer de ver jugar a Aldridge y al inspiradísimo Udrih. Un tirito de media distancia de Gasol ya finiquitó el asunto a tres minutos del final: 1-0 para los de David Joerger y aviso para Portland, que si no reacciona puede verse en la calle por la vía rápida.