"El nivel de ruido no debe de ser legal, se nos está yendo de las manos", denunciaba Monty Williams en la previa de este segundo Warriors-Pelicans. Y el Oracle Arena volvió a estallar. Un hervidero cuando más lo necesitaba su equipo (71-71 al inicio del último cuarto) y la mecha para la explosión final de Klay Thompson, que con 14 puntos en el cuarto periodo (26 en total) resolvió un peligroso problema. Primera vez desde 1989 en la que los Warriors abren una serie 2-0.

Y es que a Golden State le está costando mucho superar a los Pelicans. A pesar del espectacular nivel defensivo de Draymond Green no tienen a un jugador que pueda poner contra las cuerdas a Anthony Davis (qué fácil, eh). La rapidez y la fuerza del ex de Michigan State consigue por momentos minimizar al joven ala-pívot, pero al final la altura se impone y el '23' de los Pelicans logra hacer de las suyas. Anotó 26 puntos y capturó 10 rebotes, y ya es el tercero que más puntos ha sumado en sus dos primeros encuentros de playoffs en el siglo XXI, con 61. Por delante, Chris Paul (67) y Brandon Roy (63).

Los Warriors, con Stephen Curry (22-6-4) al mando, parecieron despegarse en el marcador en su ya clásico sprint del tercer cuarto (61-53 y 64-55) pero el mejor Eric Gordon (23) que se recuerda detuvo la sangría para que Davis empatase el partido en ese 71-71 que comentamos antes. Sufría Golden State en el rebote. Steve Kerr sentó a Curry para tenerlo fresco en el tramo final, pero casi ni le hizo falta. Los californianos, con Klay Thompson liderando la ofensiva, se fueron en el marcador con un parcial de 10-2 tras algunas malas decisiones de los Pelicans (pérdidas de Norris Cole y Gordon). Monty Williams no lo dudó. Balones a Davis, apretar en defensa y a sobrevivir. El '23' fue dos veces seguidas a la línea y los fallos de los Warriors en el tiro dieron una oportunidad a NOP: 81-79 después de una canasta de Gordon. Pero volvió a aparecer Klay Thompson. Dos suspensiones, triple, asistencia a Green y otra suspensión para poner seis arriba a su equipo (92-86). Nueve puntos en menos de cuatro minutos, buena defensa y carga en el rebote de GSW, de nuevo varias pérdidas en ataque de los 'Pels' y el Game 2 que se quedaba en Oakland.

La lección es sencilla, necesitas 48 minutos perfectos para ganar en el Oracle Arena. Dar 42, como los Pelicans hoy es un tremendo logro, da valor a su temporada y demuestra que no iba a ser tan fácil como quizás se pensaba en un principio, pero al final, al cabo de los primeros 96 minutos, Golden State 2, New Orleans, 0. "Sabemos que podemos ganar a este equipo", dijo Davis. Próximo asalto, madrugada del jueves al viernes, 3:30 horas.