DALLAS MAVERICKS

Carlisle: "No creo que Rondo vuelva a jugar con los Mavericks"

El técnico confirma así que su relación con el base está muerta. El futuro de Rajon, cada vez más cercano a los Lakers. Chandler Parsons, baja lo que queda de Playoffs.

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Carlisle: "No creo que Rondo vuelva a jugar con los Mavericks"
AFP AFP

¿Espera que Rondo vuelva a vestir el uniforme de los Mavericks? "No", fue la respuesta de Rick Carlisle, el técnico de los Mavericks. Directo y sincero, la etapa de Rajon (de nuevo con problemas en la espalda) en Dallas llega así a su fin. El base, que acaba contrato este mismo verano, parece cada vez más cerca de los Lakers. Pero volviendo a la franquicia de Texas, parece que los problemas no para de crecer. Esta misma noche confirmaban que Chandler Parsons no podrá jugar más en lo que queda de los Playoffs. Casi con todo probabilidad, el alero tendrá que pasar por el quirófano para acabar con las molestias en la rodilla derecha. Dos de sus cinco titulares dicen así adiós al presente curso.

Desidia. Esa fue la sensación que dio Rajon Rondo durante el encuentro de esta pasada madrugada entre los Dallas Mavericks, su equipo, y los Houston Rockets. El base jugó sólo 10 minutos (su participación más baja en unos playoffs) dando una imagen impropia de un cuatro veces All Star. Infracción por tardar más de ocho segundos en pasar de su campo en el primer cuarto, cuatro faltas en un lapso mínimo entre el segundo y tercero..., un compendio de malas decisiones que aumentan un problema que ya no se puede ocultar, ni pasar por alto.

Los Mavericks han ganado más encuentros sin Rondo (66,6%) que con el ex de los Celtics (56,6%) y sus números son una sombra de lo que fueron en el pasado: 8,9 puntos y 7,9 asistencias esta temporada. Fríos datos que agrandan la brecha con un Rick Carlisle, que puede tomar decisiones drásticas en los próximos y vitales partidos contra los Rockets. La idea de ver al base salir desde el banquillo ya no es una quimera, pues su antigua presión defensiva es un recuerdo (reconoció al aterrizar en Dallas que hacía mucho que se había olvidado de defender) y su ritmo en ataque, tan aclimatado a los Celtics de Doc Rivers, no cuadra con la circulación supersónica del balón en el que se basaba el juego de los Mavs y al pick and roll con Monta Ellis como líder indiscutible en el movimiento, convirtiendo al escolta en un base al uso (recordemos como la pasada temporada, Calderón derivó a una función de dos allí).

Además, la influencia del base sobre el escolta es negativa. Ellis ha bajado en 5 puntos por partido su promedio anotador y su acierto ha pasado del 46 al 41% en los tiros de campo y del 33 al 24% en los tiros de tres puntos. Casi nada. También, la relación entre el técnico y Rondo no está en su mejor momento, por no decir otra cosa, desde su bronca en un tiempo muerto durante el duelo ante los Raptors, que le acarreó un partido de sanción por parte de su equipo.

Todos estos elementos hacen que su paso por Dallas pueda quedarse en una simple anécdota. Este verano decide destino, un paso que ya habría tomado mucho antes de llegar a la franquicia de Cuban: Los Angeles Lakers. Desde que vio que su momento en Boston había tocado a su fin, Rondo vio en los angelinos el mejor movimiento posible para su carrera, según informa Adrian Wojnarowski, aunque siempre quedó una vaga posibilidad de renovar con los Mavericks, pero está claro que no lo haría si Carlisle sigue en el banquillo. Los Lakers ya trataron de hacerse con sus servicios a mediados de esta campaña. Su oferta, Steve Nash y varias rondas de draft, fue descartada rápidamente por los Celtics.

Kobe Bryant avala su llegada, lo que es clave, y tras este curso, con lesiones y un rendimiento por debajo de lo normal, habría llegado a la conclusión de que su sueño de un contrato máximo se desvanece (ningún equipo en estos momento se atrevería a ello), por lo que estaría dispuesto a dar un paso atrás en sus reivindicaciones económicas (cobra esta temporada 12,9 millones de dólares), por lo que las puertas de oro y púrpura se abrirían de par en par en un proceso de reconstrucción que no puede tardar mucho más en llevarse a cabo.