PELICANS 98 - WARRIORS 109 (0-4)

Stephen Curry mete la directa y los Warriors barren a los Pelicans

El base rozó el triple-doble (39-8-9) para lograr el billete a la segunda ronda por la vía rápida. Anthony Davis (36-11) se despide de sus primeros Playoffs con la cabeza muy alta.

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Los Warriors fueron el mejor equipo en la liga regular y ya son el primero en contar con el billete a las semifinales de Conferencia. Y lo han hecho por la vía rápida: barriendo a unos Pelicans que, pese a que no dieron su brazo a torcer en ningún momento, no están aún preparados para hacer frente a esta máquina de jugar al baloncesto que Steve Kerr ha construido en Oakland. El cuarto y definitivo partido de esta serie poco tuvo que ver con el disputado hace dos días. En aquel, Golden State tuvo que remar a contracorriente y completar una de las mayores remontadas en la historia de los Playoffs. Hoy, tras un arranque igualado por parte de ambos equipo, se hicieron con el control del duelo en la segunda mitad del primer cuarto para acabar dominando durante el resto de la contienda hasta el 98-109 final. Decíamos que en poco se han parecido estos dos últimos encuentros, aunque en ambos hay un denominador común que no hay que menospreciar. Se trata del protagonista. Efectivamente, Stephen Curry volvió a ofrecer un show digno de los más grandes para acabar rozando el triple-doble: 39-8-9 en 38 minutos.

El genial base nacido en Akron hace algo más de 27 años volvió a llevar la voz cantante y junto con Draymond Green (fantástico con un 22-10-8) y su hermano Klay Thompson (una amenaza constante con sus 25 puntos) fueron un auténtico vendaval para la defensa de New Orleans. Entre los tres aportaron 55 de los 67 tantos que los Warriors sumaron al descanso. Sólo Anthony Davis y Eric Gordon (con 19 cada uno) podían aguantar ese frenético ritmo, aunque a cierta distancia: los locales llegaron al intercambio 13 abajo (54-67). 

Sin embargo, triple a triple los californianos fueron desangrando a los pelícanos. Una canasta de Harrison Barnes ponía un ya insalvable 63-87 con 15 minutos aún por disputarse. Los locales necesitaban un milagro para seguir con vida al que Monty Williams, su técnico, quiso aferrarse. "Tenemos mucho tiempo", arengó a los suyos. Sus palabras surtieron efecto y Gordon y Davis (acabó fimando otro partidazo: 36-11 y 3 tapones) hicieron un último esfuerzo. Un canastón de The Brow (la Ceja) permitía seguir soñando (94-101 con 1:49 por disputarse), pero ahí se acabó todo. Klay Thompson convirtió un nuevo tiro de tres puntos y selló el pase de los Warriors. Es el primer swept (barrido) que los de la Bahía logran en una serie a siete partidos desde que en 1975 derrotaran en las Finales a los Washington Bullets. Ya lo ven, con la magia de Curry, estos Warriors siguen haciendo historia antes de disputar una segunda ronda en la que, salvo sorpresón, se medirán a los Grizzlies.