BARCELONA76 -ESTUDIANTES 62

El Barça vuelve a hacer cuentas

Tercer triunfo seguido del Barcelona tras la catástrofe de Atenas. Eso y tres derrotas del Unicaja le dejan con opciones de ser segundo tras imponerse sin problemas al Estu.

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Mientras el Barcelona apenas se desperezó para ventilar al Estudiantes (en menos de 72 horas ha ganado a dos que de los que le derrotaron en la primera vuelta. El otro, el Obradoiro), el Unicaja trastabillaba por primera vez en el Carpena en la fase regular. El equipo malagueño ha perdido tres partidos seguidos y, de repente, el Barcelona tiene un último motivo para apurar la llegada de los playoffs: el segundo puesto se pone a tiro… aunque sigue muy complicado. Ahora, 24-7 el Unicaja y 22-9 el Barcelona. Con un duelo directo en la penúltimo jornada, con los de Plaza como locales en un partido que valdrá casi por dos (+4 de average para el Barça, además). Las otras dos fechas del Unicaja son dos salidas no precisamente fáciles: Santiago y Bilbao. Las del Barça, en casa: también el Bilbao y el Andorra. Así que al equipo azulgrana se le abre una puerta que parecía cerrada a cal y canto en una pelea que tiene que ver principalmente con la ventaja de campo en una hipotética semifinal entre segundo y tercero. No es mucho… pero tampoco es poco. Desde luego, es algo.

El Estudiantes le metió 102 puntos al Barça en el Palacio. Se quedó en 62 (40 menos) en el Palau, donde lleva seis derrotas seguidas por una media que queda ahora en 19,8 puntos. El histórico, porque este sigue siendo uno de los clásicos del baloncesto español, está en 64-11 para un Barcelona que, tras un gran arranque de Abrines (13 de valoración en el primer cuarto por 8 de todo el Estudiantes), revivió el partido con la lamentable siesta que se echó en un segundo parcial (11-19) que le llevó al descanso (29-29) con las mismas canastas (11) que pérdidas.

En la segunda parte el equipo de Pascual se puso mínimamente serio en defensa, sólo perdió dos balones, ganó el rebote (36-26 total), repartió 12 asistencias… y amasó un 59-36 en valoración. Todavía había partido en el último cuarto (61-57 tras más de 33 minutos) pero daba ya la sensación de que la pista estaba inclinada hacia el aro del Estudiantes. No fue coser y cantar pero fue relativamente sencillo. Como mínimo, no demasiado exigente: Doellman anotó 11 puntos en el tercer cuarto y puso el despertador que sacó del sobre a Tomic y a los dos que decidieron finalmente la balanza: Thomas y el Huertas más lúcido de las últimas semanas. El brasileño, cada vez más cerca del divorcio azulgrana en una temporada por ahora horribilis, metió 12 puntos en la segunda parte con un aroma al Huertas que fue y que seguramente puede volver a ser. El que no está siendo.

Por lo demás, Satoransky cumplió, Abrines afinó la puntería y decepcionaron esta vez, porque en este Barcelona rara vez interpreta la misma partitura la orquesta al completo, Oleson o Pleiss. Hezonja y Jackson jugaron muy poco, incluso sin Navarro y con sus buenas sensaciones de los últimos partidos, y la mañana fue un ejercicio de templada y no demasiado divertida superioridad del Barcelona ante un Estudiantes que no pasó del 29% en triples y que lleva, no por casualidad, seis derrotas seguidas fuera de casa. Tras un inicio horripilante (16-5 y 23-0 en valoración en ocho minutos), le mantuvieron en el partido primero Aradori, después Bircevic y finalmente Jaime Fernández. La cuestión es que rara coincidió la producción de los tres y que (sin Rabaseda, además) el resto aportó muy poco con Salgado ahogado por la defensa rival. Con todos esos ingredientes y demasiadas canastas concedidas cuando el Barcelona jugó con sentido común y sin dispararse en el pie, es imposible ganar en el Palau. Ni siquiera en una mañana muy desangelada pero que resultó finalmente útil para los azulgrana: tres victorias seguidas desde lo de Atenas (por un +72) y, de repente, el segundo puesto lejos... pero a tiro. Algo es algo, ¿no?