Los Angeles Clippers están a un sólo partido de cambiar su historia. De llegar por primera vez a una final de Conferencia. De confirmar, por fin, la realidad de un equipo con talento para aspirar a todo y que durante estos años había fracasado una vez tras otra.

Después de un año irregular, de menos a más, han encontrado una rotación perfecta, un estilo donde sus dos interiores y su estrella se sienten cómodos, y donde todos brillan. Chris Paul es amo y señor del Staples. Agita la varita cómo y cuando quiere para que Blake Griffin y DeAndre Jordan vuelen sin motor hasta reventar los aros del rival. 12 veces esta noche. Blake es el MVP de los Playoffs, ese "sólo mates" que se ha convertido en uno de los jugadores más completos del mundo. Fuerza y físico para dominar en la zona, talento para jugar al poste, calidad para asistir... y garra para ser leyenda. 21-8 en 33 minutos en su último partido.

DeAndre Jordan se llevará un contrato máximo porque ha sabido entender sus limitaciones y explotar sus virtudes. Protector del aro, finalizador de alley-oops y piedra de carga en el rebote ofensivo. Su talón de aquiles, los tiros libres. Contra los Rockets batió el récord de lanzamientos desde la línea en la primera mitad de un encuentro de Playoffs (28) y se quedó a uno de igualar el récord de O'Neal, 39. El Hack-A-Jordan ha llegado a su máxima expresión en esta ronda y la NBA debe encontrar una manera de pararlo. El Staples la tomó con McHale, técnico de Houston, durante buena parte del partido y éste acabó desistiendo tras el descanso, cuando los Clippers rompieron el partido.

35-7 de parcial tras el intermedio con JJ Redick como estilete ante unos Rockets totalmente desesperados. Varias pérdidas, alguna técnica, mala selección de tiro... y un lenguaje corporal que no alimenta una posible remontada. James Harden sólo anotó 21 puntos en 12 lanzamientos y se quedó lejos de su nivel. Ariza se fue hasta los 18 y Dwight Howard fue un completo despropósito: dos técnicas y eliminado por faltas al inicio del último cuarto. 'Superman' cuajó su peor actuación del curso.

La serie viaja ahora a Houston con tres 'match-balls' para los Clippers. Chris Paul, como su equipo, nunca ha jugado una final de Conferencia y no parece que esta vez se le vaya a escapar.