FINAL FOUR MADRID 2015

José Miguel Antúnez: “El Madrid de Laso se merece este título”

Antúnez (Madrid, 21-02-67) era el base titular del Madrid que ganó la Copa de Europa en 1995. Desde su experiencia, cree que el que entrena Laso debe jugar “sin miedo”.

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¿Qué recuerdos tiene de aquel título de hace ya 20 años?

Los mejores, porque fue el momento más importante de mi carrera. Fue un título muy importante para el club, porque habían pasado 15 años desde el anterior. El Madrid ansiaba esa Copa de Europa. Por eso entraron en el equipo jugadores tan importantes como Sabonis y Arlauckas. La llegada de Zeljko Obradovic fue fundamental, porque ya había ganado el torneo dos veces y sabía hacer jugar a un equipo en partidos tan importantes. La historia le ha encumbrado.

Aquel Madrid venía de perder dos años antes en semifinales contra el Limoges, el de ahora ha caído en las dos últimas finales. ¿Cómo se levanta un equipo de una derrota tan dura?

Así como el del 95 fue el más importante, ese del 93 fue el momento más duro de mi carrera. Llegábamos con un balance fenomenal, como grandes favoritos, con esperanzas de llegar a la final ante un equipo inferior… Pero nos encontramos con un partido en el que todo fue negativo. No estuvimos a la altura, nos atascamos, pecamos de inexperiencia muchos de nosotros. Fue una derrota durísima. Pero lo bueno del deporte es que a veces la venganza se sirve fría. Y dio la casualidad de que en la Final Four de Zaragoza volvimos a encontrarnos con el Limoges, conseguimos batirles y jugar absolutamente liberados esa final ante el Olympiacos.

¿Cómo se prepara una Final Four?

Interviene mucho la experiencia. Cuando has caído antes, es muy importante ir con la lección muy bien aprendida. La labor del entrenador es fundamental. Con Obradovic hicimos una preparación fantástica para la Final Four de Zaragoza. Fuimos muy mentalizados, cada jugador sabía cuál era exactamente su trabajo, su labor en el equipo. Fuimos absolutamente convencidos de que íbamos a ganar y controlamos los partidos.

¿Qué pensó al final del partido contra el Olympiacos?

Tardé en asimilarlo. Estás en una nube porque has ganado un partido muy importante. Cuando pasan unos días y lo piensas, te das cuenta de la trascendencia de un título que con el tiempo ha ido cobrando más importancia porque ya son 20 años los que han pasado. Eso da la medida de lo difícil que es conseguirlo.

¿Recuerda alguna anécdota de aquel día?

Todo fue como la seda, sin ningún problema ni fuera ni dentro de la pista. Todo vino de cara y la final la jugamos muy bien. Cuando ganamos yo busqué como loco el balón para llevármelo y de repente vi una manaza por detrás, la de Sabonis, que lo cogió, se lo metió debajo de la camiseta y dijo “es mío porque este es mi título”. Él lo ansiaba muchísimo.

¿Cómo se logra el equilibrio entre la ilusión y el miedo al fracaso?

Con la experiencia y la labor del entrenador. La experiencia te dice que un partido es casi imposible jugar 40 minutos al máximo nivel. Siempre habrá momentos en los que las cosas no te irán como tú quieres. El contrario también juega, te pone contra las cuerdas, con rachas en las que te supera. Hay que tener la mentalidad clarísima de que hasta el final normalmente hay opciones. Y es crucial saber que estás jugando una final. Los errores se pagan caros, hay que perder pocos balones, jugar con una mentalidad dura y sin miedo. No puedes estar atenazado. Ahí hay jugadores que marcan la diferencia y ganan títulos. Nosotros en esa ocasión teníamos dos grandísimos jugadores, Sabonis probablemente uno de los mejores de la historia del baloncesto europeo, una superestrella como Arlauckas y un grupo alrededor que teníamos muy claro y muy bien trabajado nuestro papel. El mejor equipo es el que funciona correctamente. Nuestro mecanismo funcionaba a las mil maravillas alrededor de Sabonis.

Obradovic, que fue una ventaja para aquel Madrid, ahora estará en el banquillo del rival. ¿Cree que va a ser un factor muy importante?

-Sí, eso puede complicarle mucho la semifinal a un Madrid que creo que es superior al Fenerbahçe hombre por hombre, con una plantilla mejor y preparada para ganar este partido. Pero el rival también tiene calidad y jugará con mucho que ganar y poco que perder a las órdenes de un entrenador que prepara muy bien este tipo de citas y conoce al Madrid. Eso es preocupante. Sería bueno que los jugadores se liberaran pronto, para entrar cuanto antes en el partido, y que estuvieran muy concentrados. Deben llevar el ritmo y no variar su estilo.

Hablando del estilo, ¿qué le está pareciendo la labor de su excompañero Pablo Laso?

Hay que valorar su trabajo, porque cogió a un Madrid que no divertía, con buenos jugadores pero con un baloncesto que no era atractivo ni transmitía, y lo ha convertido en un equipo con un juego bonito, entretenido, bueno y ganador. Está bien construido y bien engranado y solo se le resiste la Euroliga. Pero aquí está, entre los mejores equipos de Europa por tercer año consecutivo. Se merece que caiga ya este título.

¿Qué cree que es lo mejor y lo peor de este equipo?

Sus mejores virtudes son la intensidad, el ritmo de juego, la polivalencia de muchos de sus jugadores y el talento de los exteriores: los Sergios y Rudy, que tienen una versatilidad y una fuerza para anotar tremendas. Además, tiene a Felipe Reyes que encarna el espíritu de este equipo. Haber sido incluido en el quinteto ideal de la Euroliga a su edad tiene un mérito enorme. Lo peor, que el Madrid tiene dificultades en la pintura, donde debería hacer más daño con jugadores como Bourousis y Mejri, que no acaban de ser determinantes. Falta un jugador más decisivo en el juego interior. Por eso Laso juega como juega, no sé si porque eso le ha fallado.

Quizá con Ayón y Nocioni se puede paliar un poco esa carencia y ganar fuerza…

En estos momentos es cuando jugadores como Nocioni cobran mucha importancia, con experiencia NBA, título nacionales en Europa, de vuelta de todo… y que quiere ganar un campeonato como este. Tener esa pieza dentro del equipo es clave y sé que va a ser importante en esta Final Four, como Ayón.

¿Cree que será determinante el factor cancha?

Creo que será positivo, porque van a jugar en su casa, donde lo hacen habitualmente, en su ciudad y con su público. Aunque también puede suponer una presión añadida.

¿Cuál es su pronóstico para la semifinal y para el título?

Le doy al Madrid un 65-35 contra el Fenerbahçe y sintiéndolo mucho, un 40-60 contra el CSKA en la final. Es un equipazo y está muy bien. Pero hay que ser optimistas y pensar que el Madrid viene de perder dos finales y habrá aprendido de esa experiencia negativa. Saldrán a morir a la cancha y eso puede ser un factor determinante.